El Mundial de Fútbol de Brasil está a menos de un mes de dar su pistoletazo de salida y ya tiene una imagen icónica que lo represente.
El pasado 10 de mayo el artista callejero brasileño Paulo Ito hizo este mural en las puertas de una escuela en el distrito de Pompeia de São Paulo. Una semana después la imagen se convertía en toda una sensación viral causando un gran revuelo sobre todo en Facebook.
El retrato de un niño llorando, sin poder llevarse nada a la boca más allá de un balón de fútbol es tan sencillo y evocador que uno no necesita saber mucho de Brasil para hacerse una idea de la situación que se vive allí. El mensaje que transmite es que, a pesar del crecimiento económico que ha experimentado el país en el último año, los niveles de pobreza siguen siendo extremadamente altos y el Mundial le va a costar a Brasil miles de millones de dólares que podrían haberse invertido con otros fines.
Paulo Ito asegura que el mural se hizo con la intención de criticar a la sociedad brasileña.
En un principio quiso colocarlo a las puertas de Estadio Itaquerão, elegido para la ceremonia de apertura del Mundial, pero después cambió de opinión y pensó que la escuela elegida era mejor lugar para la obra de denuncia.