“En España está de moda decir que es difícil montar una empresa”, dice Zaryn Dentzel, fundador y CEO de Tuenti, “pero yo creo que no es tan difícil”.
Dentzel decidió montar su proyecto empresarial en España. Y eso que había nacido en Estados Unidos, el paraíso del emprendimiento. Y para demostrar que es posible, acaba de publicar el libro “El futuro lo decides tú”.
Este libro explica la historia de Zaryn Dentzel desde que aterrizó en España con 15 años para aprender español en un intercambio hasta hoy. Es también la historia de Tuenti, aunque resulta difícil separar a la una de la otra.
En la presentación del libro, Dentzel ha explicado que su objetivo ha sido el de convencer a los jóvenes que es posible montar una empresa en España. “Veo muchos jóvenes cada día” ha dicho Zaryn, refiriéndose a los usuarios de Tuenti “y hay mucho pesimismo”.
Su libro quiere demostrar que “cualquiera puede hacer lo que hemos hecho nosotros”. Se suele asociar la figura del emprendedor a la de un genio o un visionario, pero Dentzel asegura que los cuatro fundadores de Tuenti son “unos chavales muy normales”.
“Todo el mundo me decía que estaba loco”
Dentzel asegura que en España hay un problema cultural respecto al emprendimiento.
La dificultad no está en la carga administrativa ni en los problemas de financiación. Los inversores pueden encontrarse fuera. El papeleo no es tan distinto al que hay en otros países.
El problema es que la gente tiende a no arriesgarse y a pensar que todo está hecho y que las cosas no pueden cambiarse desde aquí, explica Dentzel.
La estructura empresarial tiene un grave problema, asegura, porque está pensada para proteger al trabajador del empresario, en lugar de que trabajen juntos. Las indemnizaciones por despido hacen que la gente no quiera abandonar un puesto de trabajo que no les gusta, según Dentzel. Y eso hace que el talento Español esté mal aprovechado.
En Tuenti, todos los empleados tienen acciones de la empresa.
Los fracasos de Tuenti
Dentzel tiene muy claro que no hubiese conseguido el éxito sin todos los fracasos por los que ha pasado. ¿Qué cambiaría si volviera a empezar?
“Me centraría todavía más” ha dicho. “Es mejor hacer pocas cosas, y hacerlas bien”, ha dicho, argumentando que siempre hay que plantearse problemas simples.
Para él, las redes sociales nacieron para resolver un problema muy básico: en una era en la que todo el mundo tiene una cámara digital, acabamos teniendo un montón de fotos en nuestro ordenador donde nunca aparecemos. Las redes sociales nos permiten compartir estas fotos con los amigos que aparecen en ellas y tener acceso a las fotos donde aparecemos nosotros.
Otra cosa que Dentzel ha aprendido es que en una empresa hay dos tipos de gente: la gente de la que no dudas y la gente de la que dudas. Para él, “cuando dudas de alguien una vez, vas a dudar siempre”. Y si alguien no encaja en la cultura de la empresa, es mejor que no esté en ella.
No todos vamos a montar una empresa
Emprender no es sólo montar una empresa. “Un emprendedor es alguien que coge su futuro en sus manos y lo dirige a donde quiere”, explica Dentzel.
Un emprendedor puede montar una empresa, puede ser un empleado en otra empresa, o puede dedicarse a formarse.
Aprender idiomas, viajar, seguir cursos online de temas que encontremos interesantes... todas estas son actitudes propias de los emprendedores. Internet da muchas oportunidades de formación a todo el mundo y es aprendiendo y explorando como nos puede llegar una oportunidad.
Para Dentzel, los más emprendedores de España son los jóvenes autodidactas que participarán mañana en el concurso de programadores de Tuenti.