¿Recuerdas los consejos sobre meditación, trabajar la memoria o aprender a tocar un instrumento musical para potenciar la inteligencia? Olvídalo. El sexo es la nueva solución.
En abril de 2013 un equipo de la Universidad de Maryland informó de que las ratas de mediana edad a las que se les permite tener relaciones sexuales mostraron signos de mejoría de la función cognitiva y la función del hipocampo, lugar en el que se forman los recuerdos a largo plazo en el cerebro.
En noviembre del mismo año un grupo de la Universidad de Konkuk en Seúl confirmó la teoría, asegurando que la actividad sexual contrarresta los efectos del estrés crónico.
“La interacción sexual podría ser útil para el desarrollo de la neurogénesis del hipocampo adulto y la función de la memoria de reconocimiento frente a las acciones represivas del estrés crónico”, explicaron.
Hay cierto debate sobre si la pornografía puede ser o no perjudicial.
Neurocientíficos de la Universidad de Texas argumentaron recientemente que la visión excesiva de porno, al igual que otras adicciones, puede dar lugar a permanentes cambios “anatómicos y patológicos en el cerebro”.
Esta opinión fue refutada por investigadores de la Universidad de California, que dijeron no ver ninguna evidencia convincente para apoyar ese punto de vista.
De cualquier manera, el hecho de que el sexo ayude a ser más inteligente no indica que al contrario ocurra lo mismo ;)
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pennsylvania en 2012 encontró que los adolescentes más inteligentes tienden a postergar la iniciación de las actividades sexuales.
Por otro lado, un estudio a 536 parejas de gemelos del mismo sexo llegó a la conclusión de que la inteligencia puede ser una pista falsa: la asociación es en realidad entre la edad de la primera experiencia sexual y el rendimiento escolar, no el cociente intelectual en sí.
Tal vez todo esto de aumentar la inteligencia a través del sexo sea solo una fantasía atractiva…
Tracey J. Shors, psicólogo del Centro de Colaboración para la Neurociencia de la Universidad de Rutgers, ha comentado que, si bien muchas actividades pueden aumentar la velocidad a la que nacen nuevas células cerebrales, “sólo el aprendizaje que requiere esfuerzo, aumenta con éxito la supervivencia”.