El co-working ha llegado a Brasil, aunque de forma algo curiosa. En lugar de los edificios modernos con mesas enormes, los brasileños han decicido “okupar” mansiones abandonadas.
Estas imágenes, difundidas por la revista Fast Company, son de la Mansão Startup (mansión startup, en portugués), un espacio de 6.000 metros cuadrados donde trabajan 110 empleados de 9 empresas diferentes. Además, está en una de las zonas empresariales con más movimiento de Sao Paulo, a sólo una calle de la oficina de Google.
El edificio mantiene la estética de mansión, con sus techos altos y detalles recargados. Contrastan los elementos propios de una start-up: posters coloridos, puffs, sillas plegables y una mesa de ping-pong.
¿Para qué empezar en un garaje, cuando puedes empezar en una mansión?