Un total de cinco cadenas de comida rápida tendrán que informar a partir de ahora sobre la procedencia de los ingredientes que usan en su menús en Shanghái.
McDonald’s, KFC, Burger King, Dicos y Carls Jr. tendrán que acogerse a la nueva norma tras el escándalo de la carne podrida que ha afectado a sus establecimientos en China. La empresa local Husi había vendido remesas de carne podrida a algunos establecimientos de estas cadenas.
Desde que el escándalo saliera a la luz a finales de julio, estas empresas han dejado de contar con Husi como proveedor y varios ejecutivos de la compañía han sido detenidos.
En el caso de McDonald’s el escándalo cruzó fronteras llegando hasta Japón, donde parte de sus McNuggets se vendieron con carne procedente de las fábricas de Husi en Shanghái.
El problema de la inseguridad alimentaria es frecuente en China, país en el que este tipo de irregularidades mantienen en vilo a una sociedad cada vez más preocupada por lo que come. Por eso la administración de alimentación y fármacos ha emitido una orden de transparencia para McDonald’s, KFC, Burger King, Dicos y Carls Jr.