Los teléfonos móviles con grandes pantallas están frenando el mercado de las tablets. Así lo confirma un estudio de IC Insights, que apunta que para final de año las ventas de phablets superarán a las de tabletas.
Las ventas de phablets alcanzarán los 252 millones de unidades, lo que supone un aumento del 66% con respecto a 2014. Entonces, se vendieron 152 millones de unidades de este tipo de smartphones.
Esto significa que los usuarios se decantan a favor de teléfonos más grandes y versátiles, en lugar de adquirir una tablet. Por esta razón, su demanda ha caído fuertemente y sólo aumentará un 2% en 2015, según las previsiones de IC Insights.
En el gráfico bajo estas líneas se puede apreciar una tendencia alcista de los phablets, que se estima que continúe durante los próximos tres años. Mientras, las ventas de tablets se estancan y cada vez serán más bajas.
Crecimiento anual de más del 40%
Si se confirman las estimaciones, las ventas de teléfonos de pantalla grande crecerán un 40% según la tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR), entre 2014 y 2018.
Este crecimiento se traduce en un porcentaje del 17% sobre las ventas totales de smartphones a nivel global. Además, para el año que viene las expectativas son aún mejores y crecerán hasta suponer el 21% en 2016 y se estima que alcanzarán el 30% en 2018.
Tablets y mini tablets, estancados
Como veíamos en el gráfico, el crecimiento de las ventas de phablets viene acompañado de una caída de las ventas de tablets pero, ¿cuál es la relación?
El estancamiento de las ventas de estos dispositivos se debe, principalmente, a que los fabricantes no han introducido mejoras que diferencien claramente a unos de otros. El ciclo de renovación del producto también es mayor.
Además, muchos usuarios optan por recurrir al phablet como un sustituto de la tablet, utilizándolo para aplicaciones de vídeo, navegación web, juegos o GPS, gracias al mayor tamaño de pantalla.
Por otro lado, el mercado de los mini tablets también está siendo fagocitado. La cercanía en cuanto a tamaño de pantalla y sistema operativo, muy similares a los de un teléfono móvil, no les ayudan a diferenciarse.
