Microsoft sabrá si eres feliz analizando tus fotos

  • Microsoft ha lanzado una herramienta que analiza las expresiones faicales de las fotos para reconocer emociones humanas en ellas
  • El Proyecto Oxford pretende poner esta tecnología al alcance de todos los programadores de forma gratuita
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Una sonrisa no siempre es sinónimo de alegría. Pero si a eso se le suman unos ojos rasgados repletos de felicidad, podemos apostar a que sí lo es.

Este análisis que antes era propio de los seres humanos podría pasar a ser una de las habilidades de Microsoft. Todo ello basándose en la automatización de lo que hace el ojo humano en una fracción de segundo cuando se le presenta una foto.

Y es que el gigante de la tecnología ha lanzado una herramienta capaz de analizar las fotografías e identificar en ellas las emociones humanas.

Sonríe que yo te sigo

Ante esta novedad, una nueva revolución tecnológica y sectorial podría estar cerca. Porque especulemos sobre el alcance de las aplicaciones que podría tener esta herramienta: imagina una sala de cine. Ahora, piensa en espectadores que ríen, se sorprenden e, incluso, dejan escapar una lágrima mientras ven la película...

Una cámara con esta tecnología podría indicar en qué momento proyectó un cliente una emoción

Tal y como explicó Ryan Galgon, director del programa de Microsoft Research, una cámara con esta tecnología podría indicar a los productores en qué momento exacto salieron a la luz estas emociones.

Lo mismo podría ocurrir si aplicáramos esta tecnología al sector retail. Los propios clientes indicarían mediante sus expresiones faciales qué les hace sentir un determinado producto o publicidad.

Inteligencia artifical al servicio de todos

Pero aunque aún nos encontramos lejos de este escenario futurista, Microsoft quiere extender sus conocimientos. De hecho, el Proyecto Oxford pretende poner al servicio de cualquier programador sus años de experiencia en el aprendizaje automático y la inteligencia artificial. Y todo de forma gratuita.

“No todo desarrollador va a convertirse en un experto en el aprendizaje automático. Pero el Proyecto Oxford pretender llevar esas herramientas a todos ellos para ver lo que la gente es capaz de construir”, señaló Galgon.

El software recibe un resultado numérico que valora el grado de ocho emociones en un rostro

El software de Microsoft envía imágenes fijas y recibe, a cambio, un resultado numérico que valora el grado en que un rostro muestra las ocho emociones por excelencia: ira, desprecio, miedo, asco, felicidad, neutralidad, tristeza o sorpresa.

De este modo, los desarrolladores podrán crear herramientas que detecten las emociones en sus aplicaciones. Por ejemplo, Microsoft quiere servirse de su plataforma para el entretenimientoha lanzado mymoustach.net. Una red en la que se evalúan las imágenes basándose en la calidad de sus bigotes. Ahora que Movember está en pleno apogeo, puede dar mucho de qué hablar...

Lo que el Proyecto Oxford tiene que ofrecer

Aunque esto no es lo único que el Proyecto Oxford es capaz de ofrecer. Las herramientas que ha desarrollado pueden, también, entender el habla humana e identificar a los usuarios con el software de reconocimiento facial.

De hecho, su lote de herramientas es de lo más completo:

Corrector ortográfico

Una herramienta que se basa en el aprendizaje de la máquina, haciéndola cada vez más inteligente. Cualidad que le sirve para aprender nuevas jergas, nombres de marcas y errores gramaticales.

Vídeo

Sirviéndose de esta tecnología, Microsoft permitirá a sus aplicaciones de vídeo detectar rostros, pistas de movimientos así como estabilizar la imagen.

Reconocimiento de voz

Con ella, Microsoft recogerá y reconocerá las palabras del usuario. Aunque no recomienda que se utilice para sustituir las actuales contraseñas, podremos ponerla en práctica a finales de año.

Reconocimiento personalizado de Servicios Inteligentes

Esta herramienta, conocida como CRIS, por ahora solo está diponible en versión beta. Su función es permitir el reconocimiento de voz en entornos difíciles en los que el ruido ambiente tenga mucho que decir.

Dialogar con una máquina y que esta nos entienda ya no parece solo una idea de Isaac Assimov...