Nixie se define como la primera cámara wearable que puede volar. Ha sido el proyecto ganador en el concurso “Make it weareable” convocado por Intel.
Esta pulsera flexible es capaz de convertirse en un pequeño dron con microcámara integrada para hacer fotos y vídeos a distancia. Y es que en pleno auge del selfie, Nixie ofrece algunas soluciones para facilitar el proceso:
- Modo bumerang: el dron se aleja, captura la imagen y, después, regresa
- Modo sígueme: el dron se mantiene a cierta distancia grabando un vídeo
Al igual que otras cámaras, como GoPro, el producto está pensado para competir en el mercado de los amantes de deportes de riesgo y aventura, como escaladores. Sus creadores, que se han embolsado medio millón de dólares por el premio, hablan también de extenderlo al público general.