¿Cuántas veces has mirado tu móvil pensando que has sentido una vibración, que puede significar muchos avisos tales como: emails, llamadas, WhatsApp o tuits? Un estudio ha revelado que el 80% de los usuarios siente esta vibración fantasma y casi el 30% de nosotros ha escuchado llamadas que no existen.
¿Son estas alucinaciones una señal de la inminente locura causada por la cultura digital? No del todo. De hecho, las vibraciones y los sonidos fantasma ilustran un principio fundamental en psicología.
Tú mismo eres un ejemplo de sistema perceptivo como la alarma de incendios, una puerta automática o un bulbo de narciso que debe decidir cuándo ha comenzado realmente la primavera.
Tu cerebro tiene que hacer un juicio perceptivo sobre si tu teléfono (que está en tu bolsillo) está sonando de verdad.
Los psicólogos usan el concepto “Teoría de la detección de señales” como referencia para sus investigaciones sobre el problema de los juicios perceptivos. Aunque se trabaje con el ejemplo de las vibraciones telefónicas, esta teoría explica por qué son una parte común e inevitable de la función mental sana.
Patrones de actuación
La BBC echa un vistazo a los argumentos psicológicos de este fenómeno, a través de la hipótesis antes mencionada. Ésta se refiere a la habilidad para descifrar patrones aleatorios. Podría ser como escuchar tu nombre en una habitación ruidosa, o darse cuenta de si tu teléfono está vibrando en tu bolsillo.
En el último caso, tienes cuatro resultados que intentan responder a la pregunta, ¿está vibrando el teléfono?
- “Diana”: sí, está vibrando y sí, lo has detectado
- “Una pérdida”: sí, está vibrando pero no lo has detectado
- “Correcto rechazo”: no está vibrando y decides que no lo estaba haciendo
- “Falsa alarma”: no está vibrando pero pensaste que sí
La última de estas opciones es la que se refiere a la vibración fantasma y su explicación es simple: no siempre es fácil reconocer si el teléfono vibra o no pero la recompensa de dar en la “diana” es mucho más placentera que el castigo de la “falsa alarma”.
No es el mayor de los problemas mirar nuestro teléfono y que nada suceda, pero no queremos perder una alerta, por lo tanto nuestros sentidos perceptivos están siempre activos para cualquier cosa que pueda indicar una vibración.
Sea por el motivo que sea, no deja de ser algo curioso y es consecuencia directa del mundo en el que vivimos, en el que gracias a la tecnología estamos permanentemente localizables y listos para comunicarnos.
