Por primera vez desde la fundación de Microsoft, la figura de Bill Gates está en cuestión. Un grupo de inversores está presionando para que Gates abandone su puesto de presidente, según informa Reuters.
Se trata de tres inversores, que tienen en conjunto más del 5% de las acciones de la empresa. Creen que Gates está impidiendo que Microsoft adopte nuevas estrategias.
También les preocupa que Gates está ejerciendo un poder excesivo en la empresa. Su presencia en Microsoft sigue siendo muy fuerte, teniendo en cuenta que sólo tiene un 4,5% de las acciones y que pasa la mayor parte de su tiempo en su fundación.
Los partidarios de echar a Gates son, por ahora, muy minoritarios. Pero el fundador de Microsoft podría desaparecer de la empresa por otras vías. Gates vende cada año 80 millones de acciones, según un plan prefijado. Ha pasado de poseer el 49% de las acciones, en 1986, a tener solo un 4,5%. Si sigue vendiendo al ritmo pactado, se quedará sin acciones en 2018.
Si, finalmente, queda fuera del grupo de inversores, es probable que se quede en Microsoft como director ejecutivo.
Tiempos de cambio en Microsoft
No sólo el rol de Bill Gates está en cuestión. El CEO de Microsoft, Steve Ballmer, también está de retirada. Ballmer anunció en agosto que abandonaría su puesto en un año, y la empresa está buscando un reemplazo.
Microsoft sigue siendo una de las empresas líderes en tecnología, pero está perdiendo cuota de mercado frente a Apple y Google. La empresa está teniendo problemas para dar el salto al mercado de los móviles y las tabletas, donde no tiene una posición de liderazgo.