Marcas y deporte a menudo forman matrimonios bien avenidos. Una relación win-win de la que ambas partes salen beneficiados. En el caso del fútbol, el ejemplo es muy claro. El más reciente lo encontramos en el Real Madrid y Adidas que acaban de firmar el mayor contrato de la historia que les coloca en primera posición dentro del ránking de patrocinios de equipos.
Real Madrid y Adidas
En su tercera década de matrimonio, Real Madrid y Adidas han renovado su alianza para 8 años más (hasta junio de 2028) por 110 millones de euros anuales a partir de la próxima temporada.
O, lo que es lo mismo, 1.100 millones en diez ejercicios a los que podrían sumarse otros 40 millones variables cada campaña en función del merchandising. Son cifras no desveladas de manera oficial, pero derivadas de borradores del contrato que vienen a duplicar los 52 millones del acuerdo actual (42 millones fijos y 10 millones variables) firmado en 2012 y ahora renovado pese a que tenía vigencia hasta el año 2.020.
El nuevo contrato convierte a la camiseta merengue en la más cara del mundo. En concreto, el Madrid facturaría por el patrocinio de su elástica un total de 220 millones fruto de esta nueva alianza con Adidas y los ingresos que le reporta el acuerdo con la aerolínea Fly Emirates a razón de 70 millones anuales. Las nuevas condiciones, colocan al Madrid por encima del FC Barcelona y el Manchester United que hasta ahora ocupaban el primer y el segundo lugar respectivamente en el ránking de patrocinios deportivos por equipos.
FC Barcelona y Nike
En el caso del FC Barcelona, líder en ingresos hasta hace unos días, esta temporada ha entrado en vigor el acuerdo de 1.050 millones que firmaron el club catalán y la marca estadounidense Nike.
El contrado de ambos, socios desde 1998, tiene vigencia para 10 a contar desde 2.016 y equivale a 105 millones por campaña. Además de Nike, el otro gran respaldo del equipo catalán es la japonesa Rakuten, que desde la temporada pasada y hasta 2.021 desembolsará al año 55 millones (más variables) para que su logo aparezca en las camisetas. Con estas cifras, el Barça ya arrebató el liderato en 2017 al Manchester.
Manchester United y Adidas
El equipo inglés se había hecho con el reinado del patrocinio deportivo en la temporada 2015-2016, cuando Adidas sustituyó a Nike como marca de ropa del club gracias a un acuerdo de 940 millones a repartir en 10 años (94 millones anuales). Además, el club recibe 62 millones de la automovilística Chevrolet. Dato que sitúa a la elástica de los Red Devils como la tercera más valorada del planeta.
COI y Toyota
El COI recibió un empujón económico al cerrar un acuerdo con el fabricante de coches nipón Toyota en 2.016. Un contrato de ocho años (de 2017 a 2024) valorado en 835 millones, récord en la historia de la institución.
La japonesa, tercera en su país en poder utilizar los anillos de los Juegos Olímpicos a nivel global tras Panasonic y Brid-gestone, decidió elegir una estrategia distinta a la de rivales del sector como BMW, Volkswagen y Nissan, que, en lugar de vincularse al COI a nivel internacional, apostaron por ser patrocinadores nacionales en los Juegos de Londres 2012, Sochi 2014 y Río 2016.
NFL y Budweiser
En 2017, AB InBev prolongó por seis años más la alianza por la que su marca de cervezas es sponsor de la liga de fútbol americano. A cambio se comprometió a desembolsar 1.240 millones, un 15% más que en los seis años anteriores. Y, pese a que las audiencias tienden a la baja en Estados Unidos, la NFL no deja de aumentar sus ingresos por patrocinio. De hecho, en la pasada temporada, la cifra sumaba 1.238 millones. Un curso en el que, precisamente, entró en vigor el nuevo acuerdo con Nike por ocho años del que no se han desvelado detalles económicos.
NBA y Nike
La mayor liga de baloncesto del mundo disparó el curso pasado sus ingresos por patrocinio hasta los 1.120 millones de dólares (unos 997 millones de euros) gracias, entre otras cosas, al acuerdo con la marca de Oregón, que sustituyó a Adidas.
Esta alianza le costará al gigante de la moda y el calzado deportivo 890 millones de dólares, montante que duplica el abonado en su acuerdo previo por su rival alemán. Con esta unión, Nike consolidó su posición como rey del baloncesto americano, un lugar al que le aupó su apuesta por Michael Jordan desde mediados de la década de los 80. Ahora tiene bajo contrato a más del 80% de los jugadores de la liga.
Bayern y Adidas
Este matrimonio alemán estará unido hasta, al menos, 2030 según el contrato que ambas partes firmaron en 2015. Se trata de una maniobra de la firma de ropa por asegurarse al mejor equipo del país. Adidas abonará en ese periodo 900 millones al Bayern, un montante inferior al que paga al United.
AT&T Stadium
El coliseo de los Dallas Cowboys (NFL), el equipo más valioso del mundo, cambió su nombre en 2.013 por el acuerdo que la mayor empresa de telecomunicaciones de Estados Unidos cerró con Jerry Jones, el dueño de la franquicia. Éste tiene una duración máxima de 30 años a razón de unos ingresos de 17 millones de euros por ejercicio.
Ferrari y Philip Morris
La marca de coches y la tabacalera extendieron en 2.017 su alianza cuatro años más pese a que el logotipo de Marlboro no aparece en los coches rojos desde el Gran Premio de China de 2007. Marlboro desembolsa 250 millones anualmente para hacerse con los espacios del Fórmula 1 destinados a la publicidad. Posteriormente, los vende a otras marcas. La aportación neta ronda los 130 millones.
Otros matrimonios entre jugadores y marcas
En cuanto a estrellas del deporte, encontramos ejemplos como el de LeBron James y Nike. El mejor jugador de la NBA en el siglo XXI cerró en 2.015 el acuerdo de su vida y no fue con los Cleveland Cavaliers, sino con la marca Nike.
Consiguió firmó un contrato vitalicio, algo que hasta entonces sólo había conseguido Michael Jordan, de una cuantía que ronda los 900 millones. Deportista y empresa unieron sus caminos en 2003, cuando Nike fichó al alero por 80 millones a repartir en 7 años, el mayor contrato jamás pagado a un debutante de la NBA. En la actualidad, Sprite, Beats By Dre, Kita, Intel y Blaze Pizza son los otros patrocinadores principales de la estrella de Los Ángeles Lakers.
De hecho, según el portal de análisis de patrocinios Hookit, sólo en 2.017 Cristiano Ronaldo generó un valor de marca para Nike de 422 millones con 329 publicaciones en Facebook. Herbalife, EA Sports y American Tourister son las otras tres compañías que apuestan con más fuerza por la figura del portugués, que cuenta con su propia línea de moda, una cadena de hoteles y otra de gimnasios.
Otro ejemplo de matrimonio entre marca y deportista es el caso del argentino Messi y Adidas. Ambos partners también firmaron un contrato vitalicio en febrero de 2.017. En este caso, a diferencia de los contratos de Ronaldo y LeBron, se desconoce la cuantía aproximada.
Hasta esta última renovación, Adidas pagaba a Messi 9 millones al año. Pese a no ser tan popular como su máximo rival en redes sociales, el número 10 del Barcelona ingresó en 2018 cerca de 25 millones de sus sponsor, entre los que destacan Gatorade, Pepsi, Ooredoo, Huawei y Hawkeers.
A todos estos ejemplos hay que añadir otros que destacan por su longevidad como es el caso de Slazenger, suministrador de pelotas en Wimbledon desde hace 116 años (ningún vínculo en la historia del deporte ha perdurado tanto) o el de Coca-Cola dentro de los Juegos Olímpicos. La multinacional es el sponsor más veterano del evento deportivo con presencia desde Ámsterdam 1.928. El fabricante de relojes suizo Omega es otra de las marcas que mantiene una dilatada asociación con esta cita, a la que patrocina desde 1932.
Como equipo más veterano de la parrilla, Ferrari también cuenta con los anunciantes más fieles. Shell ha lucido su insignia en los coches rojos desde 1.950 hasta principios de los 70 y posteriormente desde 1.996 hasta la actualidad. Philip Morris, a través de Marlboro, es socio de la escudería italiana desde 1.984.
En el fútbol, Adidas se caracteriza por sus contratos a largo plazo. Diseña las camisetas del Bayern desde 1.966 y suministra el balón de los Mundiales desde 1970. En Estados Unidos, ningún vínculo supera los 80 años que suman las Grandes Ligas de Béisbol y Gillette.