A falta de dos semanas para la celebración de lafinal de la Super Bowl, el evento deportivo más seguido de la historia comienza a perder cuota de anunciantes.
El último en encabezar esta lista de ausentes ha sido General Motors que, tras la inserción de dos spots de 30 segundos el pasado año a través de la división de Chevrolet, ha decidido ausentarse de la 49ª edición del torneo.
El precio de los espacios publicitarios parece estar detrás de esta decisión, que ha hecho desistir incluso a las marcas más asiduas.
Y es que por un spot de 30 segundos los anunciantes deberán desembolsar este año 4,5 millones de dólares. Una cantidad que las firmas más pudientes esperan recuperar en forma de impacto y que otras ya han decidido destinar a otras partidas.
Con esta ausencia, General Motors sigue el ejemplo de otras automovilísticas como Lincoln, Jaguar, Honda y Volkswagen, que también se han desmarcado del Big Game.
Las marcas de automóviles serán, por lo tanto, las grandes ausentes durante la final deportiva de este año.
Este sector ha encabezado durante años la inversión publicitaria del evento con una representación superior al 25% respecto a la Publicidad total. Sin embargo, la coyuntura económica ha llevado a muchas empresas a reestructurar sus planificaciones y optar por formatos más rentables.
De momento, todas las miradas se centran en Chrysler. El fabricante se ha convertido en el patrocinador más devoto del campeonato y el próximo 1 de febrero podría ser el único anunciante de su segmento con presencia publicitaria en la Super Bowl.
Chevrolet sí estará presente
El anuncio de la compañía de abandonar esta cita publicitaria no se extiende a todas sus marcas. De hecho, Chevrolet estará presente en la final de la Liga de Fútbol Americano a través de acciones de patrocinio.
Según ha comunicado General Motors, está previsto que su filial presente al mejor jugador de la temporada a bordo de su modelo Chevrolet Colorado.