Los desarrollos tecnológicos forman parte, y de manera creciente, del montaje y celebración de grandes acontecimientos deportivos y en este sentido la recién terminada Copa del Mundo de Catar ha sido, asimismo, escenario de la puesta en escena de algunas innovaciones tecnológicas. La consultora de transformación española Syntonize ha elaborado un recopilatrio en el que destaca cinco que le parecen relevantes.
Los balones con sensores han permitido tomar decisiones fundamentales para el resultado de algunos partidos
La que considera más importante, y casi con toda seguridad la que más ha influido en el resultado de la competición, es la incorporada a los balones con que se han jugado los partidos: fabricados por Adidas y bautizados con el nombre de Al Rihla ("el viaje", en árabe), contaban con un sensor y una denominada Unidad de Medición Inercial que proporcionaba 500 datos por segundo, información que permite saber la posición del balón en cada momento y conocer si un jugador lo ha tocado o no. La tecnología fue desarrollada por Adidas en colaboración con la compañía Kinexon y la FIFA.
Los estadios han dispuesto además de doce cámaras expresamente dedicadas a comprobar la situación del balón y de las extremidades de los jugadores, con lo que cualquier jugada dudosa en ese sentido podía solucionarse en cuestión de segundos. Como señala Syntonize, esta tecnología se utilizó para determinar que el balón no había salido del campo en uno de los goles de Japón contra España y para dilucidar que un gol de Portugal a Uruguay fue marcado por Bruno Fernandes y no por Cristiano Ronaldo, como podría haber parecido a primera vista.
Decidir sobre los fuera de juego
Otra innovación relacionada con el juego es la denominada SAOT (Semi Automatic Offside Technology), que rastrea las extremidades de los jugadores mediante inteligencia artificial, lo que ha permitido saber si estaban o no en fuera de juego. En los casos en que cometían la infracción, se enviaba una señal al árbitro. La instalación de este sistema en los estadios ha incluido cámaras que recopilaban datos de veintinueve puntos del cuerpo de los jugadores.
Algunos de los ocho estadios en los que se ha jugado la Copa del Mundo verán reducido su aforo y algunos de sus elementos, -por ejemplo, los asientos- se donarán a otros países para infraestructuras en las que puedan necesitarse. Otros serán reutilizados con diferentes fines, pero uno de ellos, el denominado 974, será totalmente desmontado.
La estructura, cuyo proyecto es obra del estudio español Fenwick Iribarren, se construyó con 974 contenedores de acero inoxidable siguiendo el modelo de los juegos infantiles de construcción. En un principio el número de contenedores iba a ser de 972, pero se añadieron dos más para que la cifra coincidiera con el prefijo telefónico internacional de Catar.
Un proyecto como el 974, comenta Syntonyze, “evita infraestructuras muy costosas y vacías una vez terminado el campeonato, a la vez que se apuesta por la arquitectura sostenible".
Alivio de las altas temperaturas
Los estadios del Mundial han contado asimismo con tecnología para aliviar el calor tanto de los espectadores como de los jugadores. Ha consistido en un sistema de enfriamiento que combina aislamiento y refrigeración dirigida. Este proyecto, según explica Syntonize crea un sistema de circulación por el que el aire frío entra por las rejillas de las gradas y las bocas de riego del terreno del juego. “Gracias a esta técnica”, añade, “el aire caliente se retira, se enfría, se filtra y se expulsa en menos de dos horas y con un consumo energético muy inferior a otras técnicas. Aunque pueda parecer una infraestructura polémica, en España muchos estadios cuentan con un sistema similar para calentar a los aficionados en los meses más fríos”.
Finalmente, la consultora destaca el hecho de que para este Mundial se ha creado una aplicación que permite recopilar todos los datos sobre el rendimiento de cada jugador en cada partido, todo ello acompañado de imágenes.