Blue Origin, la compañía con la que Jeff Bezos está explorando las posibilidades comerciales y corporativas del espacio, ha dado a conocer sus planes para construir una estación espacial comercial en la baja órbita terrestre. El proyecto se llevará a cabo con la colaboración de Sierra Space, una firma que ofrece soluciones de transporte espacial, con la intención de escribir el próximo capítulo en la exploración y desarrollo de un ecosistema y modelo comercial para el futuro.
El objetivo de Orbital Reef es ofrecer "servicios end-to-end competitivos" para empresas
La iniciativa se articula bajo el nombre Orbital Reef y cuenta con el respaldo y apoyo de otros agentes de la industria aeroespacial, como Boeing, Redwire Space, Genesis Engineering Solutions o la Universidad Estatal de Arizona (ASU). Tal y como detallan desde Blue Origin, esta futura estación funcionaría como un "parque empresarial de uso mixto" en el espacio con la intención de brindar a cualquier persona la oportunidad de establecer su propia dirección en la órbita. Así, ambas compañías planean ofrecer transporte espacial, logística, alojamiento para personas y espacio para equipamiento en unas instalaciones con “servicios end-to-end competitivos” a clientes vinculados a la investigación, la industria o el comercio.
Un destino comercial espacial
De esta forma, Orbital Reef planea convertirse en el principal destino comercial en la órbita terrestre baja gracias a una infraestructura que satisfará eficazmente las necesidades de distintos inquilinos y visitantes. Según explican desde la compañía liderada por el ex CEO de Amazon, las instalaciones cuentan “con una arquitectura espacial centrada en el ser humano con servicios y comodidades inspiradores, prácticos y seguros”, una estación que “proporcionará la infraestructura esencial necesaria para escalar la actividad económica y abrir nuevos mercados en el espacio”, con soporte para hasta 10 personas.
Orbital Reef se apoyará en la automatización y la logística avanzada, así como en transporte espacial reutilizable y un diseño inteligente para minimizar los costes y complejidad de sus servicios y, de esta forma, permitir que una amplia gama de usuarios persiga sus objetivos de negocio en el espacio. Además, los responsables del proyecto indican que la arquitectura de sistema abierto permitirá que cualquier cliente o nación se conecte y escale para satisfacer la demanda. “Agencias espaciales experimentadas, consorcios de alta tecnología, naciones soberanas sin programas espaciales, compañías de viajes y medios de comunicación, empresarios financiados e inventores patrocinados e inversores con visión de futuro, todos tienen un lugar en Orbital Reef”, explica Blue Origin.
"Un ecosistema empresarial vibrante crecerá en la órbita terrestre baja, generando nuevos descubrimientos"
Para Brent Sherwood, vicepresidente senior de Programas de Desarrollo Avanzado de Blue Origin, Orbital Reef supone una nueva oportunidad para que los negocios comerciales despeguen a otro nivel en esta década. “Un ecosistema empresarial vibrante crecerá en la órbita terrestre baja, generando nuevos descubrimientos, nuevos productos, nuevos entretenimientos y conciencia global”, ha explicado en un comunicado.
Por su parte, la Dra. Janet Kavandi, ex astronauta de la NASA en tres ocasiones y presidenta de Sierra Space, considera que esta estación abrirá el espacio para la investigación comercial, la fabricación y el turismo. “Como ex astronauta de la NASA, he estado esperando el momento en el que trabajar y vivir en el espacio sea accesible para más personas en todo el mundo, y ese momento ha llegado”.
A pesar de todo, los partners del proyecto aseguran que la intención de Orbital Reef no es sustituir ni duplicar a la Estación Espacial Internacional, sino ir un paso más allá cumpliendo una posición única para las empresas y tripulaciones no especializadas. “Orbital Reef llevará adelante el legado singular de la ISS, apoyando actividades innovadoras de investigación, desarrollo y fabricación de microgravedad que promoverán campos tan diversos como las comunicaciones y la biotecnología”, ha señalado Mike Gold, Vicepresidente Ejecutivo de Espacio Civil y Asuntos Externos de Redwire.
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La aportación de los partners
Cada una de las compañías vinculadas al proyecto, el cual empezará a operar en la segunda mitad de esta década, aportan unas capacidades diferentes para proporcionar productos y servicios clave para el funcionamiento de la estación:
- Blue Origin: sistemas de servicios públicos, módulos de núcleo de gran diámetro y sistema de lanzamiento New Glenn de carga pesada reutilizable.
- Sierra Space: módulo grande de entorno flexible integrado (LIFE), módulo de nodo y avión espacial Dream Chaser de aterrizaje en la pista para el transporte de tripulación y carga.
- Boeing: módulo científico, operaciones de la estación, ingeniería de mantenimiento y nave espacial de la tripulación Starliner.
- Redwire Space: investigación, desarrollo y fabricación de microgravedad; operaciones de carga útil y estructuras desplegables.
- Genesis Engineering Solutions: nave espacial de una sola persona para operaciones de rutina y excursiones turísticas.
- Arizona State University: lidera un consorcio global de universidades que brindan servicios de asesoramiento en investigación y divulgación pública.
Además, el proyecto cuenta con el asesoramiento de un grupo internacional de más de una docena de universidades para trabajar en la ética y las pautas de la investigación en la estación y cómo poner en práctica la experiencia de los partners para ayudar a las naciones, las corporaciones y grupos que quieran acceder a Orbital Reef. “Se trata de creer colectivamente en nuestro futuro y llevar la ciencia y la ingeniería a un futuro mejor, algo tremendamente emocionante”, asegura Lindy Elkins-Tanton, Vicepresidenta de la Iniciativa Interplanetaria de ASU e Investigadora Principal de la misión Psyche de la NASA.