20 de julio. Esa es la fecha para el primer vuelo al espacio con turistas. La compañía Blue Origin, propiedad de Jeff Bezos -hasta hace unos meses CEO de Amazon- lanzará el cohete suborbital New Shepard con su primera tripulación de astronautas y ofrecerá, mediante la venta por subasta, un asiento a bordo de la nave para el público general.
La información se ha dado a conocer el 5 de mayo, tal y como había adelantado hace unos días la propia compañía. La selección de esta fecha no es baladí, ya que coincide con el día en que Alan Shepard -quien da nombre a la nave- hizo historia al convertirse en el primer estadounidense en volar al espacio, hace ya 60 años. “En las décadas posteriores, menos de 600 astronautas han viajado al espacio por encima de la Línea Kármán para ver la Tierra sin fronteras y la delgada frontera de nuestra atmósfera. Todos ellos dicen que esta experiencia les cambia”, han comentado los responsables de Blue Origin en un comunicado y también en redes sociales.
Hasta la mencionada línea de Kármán, que según la convención internacional señala el inicio del espacio, a unos cien kilómetros sobre la Tierra, es hasta donde llegarán quienes viajen a bordo de la nave. Lo suficiente como para experimentar, durante unos minutos, la gravedad cero. Tanto los astronautas como el turista, se ubicarán en la parte superior del cohete, en una cápsula con capacidad para seis personas y grandes ventanales que permitirán observar la curvatura del espacio. Dicha cápsula se separará del lanzador a unos 75 km de altura. Más tarde, el cohete descenderá para aterrizar verticalmente sobre la pista en el desierto de Texas, seguido del regreso de la cabina asistido por tres grandes paracaídas y motores retro.
Según apuntan desde la compañía, New Shepard ha volado 15 misiones consecutivas exitosas al espacio por encima de la Línea Kármán gracias a un programa de vuelo meticuloso e incremental destinado a probar sus múltiples sistemas de seguridad y comunicación. “Ahora es el momento de que los astronautas se suban a bordo. Este asiento cambiará tu forma de ver el mundo”, ha comentado la empresa, que finaliza su comunicado recordando su lema “Gradatim Ferociter”, cuya traducción aproximada sería “Paso a paso, implacablemente”.
Lejos de fijar un precio determinado, Blue Origin ha optado por el modelo de venta por subasta para dar acceso a este particular billete. “Estamos ofreciendo un asiento en este primer vuelo al mejor postor de la subasta online de Blue Origin. A partir de hoy, cualquiera puede realizar una oferta de apertura en BlueOrigin.com", se establece en el comunicado, en el que, además, han detallado las distintas etapas del proceso y el destino de la oferta ganadora. El importe del ticket se donará a Club for the Future, la fundación de Blue Origin, con el objetivo de inspirar a las próximas generaciones a seguir carreras en STEM y ayudar a inventar el futuro de la vida en el espacio.
Así, del 5 al 19 de mayo se llevará a cabo una subasta online sellada, de tal forma que cualquier persona mayor de edad puede ofrecer la cuantía que considere conveniente sin que esta sea visible. Será el mismo 19 de mayo cuando los montantes se vuelvan visibles, momento en el que los participantes deberán superar la oferta más alta para continuar en el proceso. La licitación concluirá el 12 de junio con una subasta en directo.
No obstante, además de contar con la mayoría de edad, el turista que vuele en el New Shepard deberá reunir una serie de requisitos: estar en la suficiente buena forma física como para subir siete tramos de escaleras en un minuto y medio; medir entre 1,5 y 1,9 metros y pesar entre 50 y 101 kilos. Los pasajeros también deben poder abrocharse y desabrocharse el arnés de su asiento en menos de 15 segundos, pasar hasta una hora y media atados a la cápsula con la escotilla cerrada y soportar hasta 5.5G de fuerza durante el descenso.
El precio de un vuelo turístico al espacio
A pesar de que la subasta inicialmente propone un acceso más democrático a la posibilidad de viajar al espacio, lo cierto es que contemplar la Tierra desde la atmósfera es un privilegio que pocos se podrán permitir. Hasta ahora, el mercado del turismo espacial ha sido un terreno exclusivo de los multimillonarios. La empresa rival de Blue Origin, Virgin Galactic -fundada por el británico Richard Branson en 2004-lleva mucho tiempo pre-vendiendo billetes para sus vuelos futuros por cifras superiores a los 250.000 dólares.
Es más, la compañía cuenta con una lista de espera de más de 600 personas, a pesar de que la compañía ha dado a entender que elevará el importe de entrada. “Los únicos particulares que viajaron al espacio hasta ahora han pagado decenas de millones de dólares. Tenga en cuenta que, aunque aún no hemos anunciado el precio final, cobraremos más del precio del ticket de 250.000 dólares que se ofrece a aquellos que se inscribieron temprano. ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar por su viaje personal al espacio?”, señalan en la página web.
Con todo, esos precios se alejarían del importe que han abonado quienes viajarán a bordo del SpaceX’s Crew Dragon, que se espera despegue a comienzos del año que viene. Sus tripulantes, entre los que se encuentran un inversor inmobiliario estadounidense, un inversor canadiense y un antiguo piloto israelí, abonarán 55 millones de dólares por viajar hasta la Estación Espacial Internacional y permanecer en ella durante 8 días.
Del mismo modo, la NASA, que tiene acuerdos con la firma Boeing para llevar turistas al espacio, anunció en el 2019 que los vuelos se realizarían a bordo del Starliner y que la estancia en la Estación Espacial Internacional podría llegar a costar 35.000 dólares la noche.