No corren buenos tiempos para los productores de bebidas refrescantes. Coca-Cola y Pepsi están en la cuerda floja. Últimamente se les viene acusando de ser una de las principales causas de obesidad en todo el mundo, pero sobre todo en EEUU.
Tal es la preocupación generalizada que los nutricionistas les han declarado la guerra, literalmente...
Para ello han recurrido a campañas como la que se mofa de los osos polares de Coca-Cola:
También han pedido públicamente a Beyoncé que rompa el acuerdo comercial con Pepsi, según el cual la artista es imagen de la marca:
Llegó la hora de reaccionar
Ante semejantes acciones, a las marcas de bebidas refrescantes (fundamentalmente Pepsi y Coca-Cola) no les queda otra que reaccionar.
En España ya se han puesto las pilas y desde Coca-Cola han lanzado recientemente la campaña “¿Y si nos levantamos?”. Por aquí somos mucho más fans del spot “Estadísticas” que del de “Sillas”. El call to action del segundo es infinitamente más potente que el del primero.
Pero qué os vamos a contar... recordadlo vosotros mismos:
Desde Coca-Cola parece que han aprovechado su 127 aniversario para reafirmarse en la lucha contra la obesidad: la marca ha prometido no segmentar su publicidad para los menores de 12 años en ninguna parte del mundo.
Esto es algo que Coca-Cola ya venía haciendo en EEUU hace algunos años pero parece que la necesidad aprieta y la promesa tiene que hacerse extensiva al resto del globo terráqueo.
¿Cómo lo va a comunicar?
Inicialmente con una website llamada “Comming together” en la que se ofrecen todos los detalles del programa global al que se está acogiendo Coca-Cola para cumplir con su promesa a nivel mundial: fomentar los hábitos de vida saludables.
Y, como no podía ser de otra forma, con un emotivo spot de 60 segundos que se lanzó a principios de año, muy al estilo Coca-Cola:
El mensaje
La idea que tiene Coca-Cola es que la gente haga el trabajo por la marca. Desde el anunciante pueden animar a la movilización pero, al fin y al cabo, los que consumen estas bebidas y pueden cometer excesos o empezar a llevar una vida más sana son los propios ciudadanos.
Con el “Come together” Coca-Cola pretende que la gente se una en la lucha contra la obesidad. Pero, ¿qué les dan a cambio? Porque a la gente, para movilizarla, hay que darle algo a cambio.
Aplaudimos la iniciativa de marketing pro-social de Coca-Cola. Si aprovechan bien el tirón universal del que gozan, y al que otras marcas no pueden casi ni aspirar, será el mayor case study de la publicidad mundial de toda la historia.
*Conclusiones
La publicidad y los mensajes que comunicaba Coca-Cola hasta ahora eran de libro. El call to action funcionaba perfectamente porque a través de las emociones los consumidores han terminando amando este producto.
Pero ahora esa marca amiga y tan querida por todos nos está empezando a molestar: ahora no nos dicen que la vida está para ser felices. Ahora nos piden que hagamos algo, que nos movilicemos, que actuemos...
Nos piden algo similar a lo que llevan años comunicando las marcas de bebidas alcohólicas: estamos ricas, te damos buenos momentos, estamos ahí cuando te relajas con tus amigos... PERO NO TIENES QUE BEBERNOS SIN CONTROL, TIENES QUE REPRIMIRTE.
Nosotros confiamos en la publicidad casi a ciegas pero desde luego al spot de “Sillas” le falta la fuerza necesaria como para conseguir un giro de 180º en los hábitos de consumo de la sociedad.
En fin, siempre nos quedará “Estadísticas”...