Más que un anuncio, este spot tailandés es un cortometraje. En tres minutos ha conseguido conmover a medio mundo.
Es la historia de un vendedor de comida callejera que ayuda desinteresadamente a un niño. Treinta años después, su generosidad es recompensada cuando el niño, que se ha convertido en un médico, le paga las facturas médicas y salva a su familia de la bancarrota. Aunque está filmado en tailandés, el anuncio usa muy pocas palabras y se entiende perfectamente.
El spot anuncia una empresa de telefonía móvil... aunque no aparece un móvil por ningún lado. El eslogan, “Dar es la mejor forma de comunicación”, es el único punto de conexión entre el producto que se vende y el spot.
Miles de usuarios de internet se deshacen en halagos en blogs y tuits, pidiendo que los publicitarios occidentales intenten hacer trabajos tan cinematográficos como éste.
Las historias que vemos en publicidad asiática pueden llegar a ser muy intensas. Si queréis concoer más ejemplos de spots conmovedores, os recomendamos esta selección de anuncios asiáticos muy emocionantes.