A comienzos de este mes de febrero la Junta de Supervisores del condado de San Mateo (Estados Unidos), que incluye parte de Silicon Valley, declaró la soledad como emergencia de salud pública, convirtiéndose en la primera región condado de Estados Unidos en tomar una decisión de este tipo. El movimiento es un reflejo de la extensión del problema de la soledad y, más concretamente, de cómo los lugares de trabajo se están volviendo más solitarios.
Si bien el bullicio y el estrés de una oficina pueden llevar a más de un profesional a desear estar solo o sola, al menos temporalmente, la realidad es que reportar sentimiento de soledad parece ser cada vez habitual entre los empleados. Es una situación que se ha visto agravada por el impacto social de la pandemia y la implantación de modelos de teletrabajo o trabajo híbrido.
La tecnología o los nuevos modelos de trabajo han agravado el problema de la soledad
Y es que del mismo modo que los nuevos modelos de trabajo han impulsado la flexibilidad, también han reducido las oportunidades de interacción y relaciones en persona. Pero incluir acudir presencialmente a la oficina tampoco es garantía de conexiones significativas, porque el ritmo de trabajo, las reuniones y, en muchos casos, la tecnología, amenazan las oportunidades de conectar a nivel humano.
Pero lo cierto es que las personas somos seres sociales por naturaleza. Necesitamos desarrollar el sentimiento de pertenencia, también en el trabajo. Y los y las líderes empresariales tienen un deber y una responsabilidad sobre el desarrollo de esa construcción de comunidad tanto por el bienestar emocional de quienes forman la compañía, como por los resultados de la misma, que se verán beneficiados de una cultura basada en compartir.
Para fomentar esos sentimientos de conexión es importante conocer el código 40-1-5, tal y como recoge el portal Big Think extrayendo aprendizajes del libro “Connectable: How Leaders Can Move Teams From Isolated to All In”, escrito por el experto en gestión de equipos Ryan Jenkins y el consultor de cultura y liderazgo Steven Van Cohen.
Se trata de tres números sobre los que se pueden edificar dinámicas, herramientas y estrategias internas para hacer que los empleados, ya sea que trabajen en la oficina o en remoto, se sientan más integrados y menos solos. Dichas cifras son:
- 40: los segundos que tarda en disminuir la soledad durante una interacción de dos personas
- 1: el número de compañeros o amigos trabajo que se necesitan para sentirse menos solo
- 5: los minutos que se necesitan en una reunión de equipo para compartir algo personal
Pequeñas acciones
Tomando como referencia estos datos, los líderes empresariales pueden poner en marcha pequeñas o grandes acciones para reducir la soledad en los equipos. Por ejemplo, se pueden organizar breves descansos durante la jornada o pausas durante una llamada de Zoom. A fin de cuentas todo el mundo dispone de 40 segundos libres para poder interactuar con un compañero.
Diversos estudios sugieren que los trabajadores no requieren de un grupo de amigos para sentir conexión en el trabajo, por lo que se puede diluir la sensación de soledad estableciendo un único vínculo fuerte. Esto es una idea generalizada que, en la era de las redes sociales, se ha hecho un hueco en la conversación social y se ha convertido incluso en meme.
Por último, iniciar las reuniones de trabajo dedicando cinco minutos a conversación no relacionada con lo laboral puede parecer una pérdida de tiempo, especialmente en entornos exigentes, pero puede contribuir notablemente a hacer que el trabajo, el equipo y la empresa parezcan menos impersonales. La interacción humana, demás, ayudará a disminuir la soledad.
40-1-5. Son números sencillos de recordar y que pueden hacer que las personas pasen de estar aisladas a estar integradas en el equipo. No obstante, requiere compromiso y dedicación, tanto por parte de los líderes empresariales, como del conjunto de los empleados, para asentar un cultura en batalla constante contra la soledad y el distanciamiento de las personas. La construcción y crecimiento de empresas fuertes necesita personas unidas.