"No falta capacidad de cambio. Escasea la motivación" [Mariano Sigman]

  • El doctor en neurociencia defiende que la incertidumbre es un combustible perfecto para la motivación
  • Recuerda también que el abrazo y el reconocimiento que nos esperan al final del camino nos motivan a la acción
mariano sigman conferencia thinking heads

Un abrazo, un trozo de chocolate, un like en Instagram... 
Cada una de estas acciones activan la molécula que produce la dopamina en nuestro cerebro. Nos hace sentir placer asignando valor a nuestra existencia. Entender cómo funciona este mecanismo cerebral es la clave para activar la motivación de la gente según el científico experto en neurociencia, Mariano Sigman. Ha expuesto su visión en “Motivación, aprendizaje y nuestra sorprendente capacidad de cambio”, una conferencia impartida durante la Thinking Heads Virtual Summit con el media partner de Reason Why.

“La dopamina responde a la anticipación del placer. Es una especie de contrato con el futuro”, ha asegurado el argentino, poniendo como ejemplo una cita con alguien al que acabamos de conocer. La incertidumbre sobre qué va a pasar es lo que nos motiva a arreglarnos para esa cita como anticipo del placer que sentiremos más adelante.

Si algo es combustible para la dopamina y la motivación, es la incertidumbre.- Mariano Sigman

El autor del best-seller "La vida secreta de la mente" explica que la incertidumbre nos engancha mucho más que la certeza de saber qué va a pasar. “¿Quién juega a algo que sabe que va a ganar seguro? Sería aburridísimo”. 

En el plano laboral pasa lo mismo: trabajamos por la motivación del salario que cobraremos a final de mes, pero también por el reconocimiento que esperamos cada día. Un experimento simple que lo pone de manifiesto es el llevado a cabo por uno de sus socios, el catedrático de psicología y economía conductual Dan Ariely. Su colega pidió a un conjunto de personas que montasen unas piezas de Lego a cambio de una modesta cantidad de dinero. Los separó en dos grupos, les pagaba lo mismo a ambos, pero a los primeros además les reconocía su trabajo con felicitaciones. “Cobrando lo mismo, se descubrió que la motivación desaparecía mucho antes para los que no recibían el abrazo final”, ha desvelado el ponente de Thinking Heads.

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El doctor en neurociencia reconoce que, a pesar de que la incertidumbre es un combustible ideal para la motivación en estos ejemplos que acabamos de repasar, las incertezas que ha generado el coronavirus no nos empujan hacia adelante de la misma manera. Con todo, asegura que tampoco eso puede ser excusa para no intentar sobreponerse.

La incertidumbre causada por el coronavirus no es el mejor combustible para la motivación

“Hemos hecho las gestas más extraordinarias de nuestras vidas movidos solo por el combustible del afecto”, ha recordado mientras ponía el “ejemplo más cándido del camino incierto hacia un abrazo”: el de un niño que empieza a caminar desde los brazos de unos de sus padres hasta los del otro motivado únicamente por el abrazo que le espera al final del camino. “No hay nada más difícil en la vida que coordinar cientos de músculos para aprender a caminar”

Este ejemplo pone de manifiesto que la gran diferencia entre niños y adultos es la motivación. "Para aprender a caminar, un niño se cae y se levanta día tras día", insiste. En este vídeo de la serie de branded content "Aprendemos juntos" de BBVA, Sigman desarrolla esta idea con más detalle. 

Por otro lado, recuerda que la ciencia nos ha demostrado que podemos cambiar todo lo que nos propongamos con motivación. Una prueba de ello es la mudanza de la educación a casa en tiempos de coronavirus. "Hemos cambiado de un día para otro algo que hemos hecho siempre igual durante siglos. No faltaba capacidad de cambio. Faltaba motivación", interpreta.

Para encontrar esta motivación y pasar a la acción sin caer en la angustia, en el caso concreto de la pandemia global que nos ocupa hace falta tener claro qué podemos controlar y qué no está en nuestras manos. "El liderazgo es importantísimo siempre, pero más en estas situaciones", opina Sigman, quien considera buen líder al que consigue sacar lo mejor de las personas y se pone al servicio de los demás. 

"Nuestra capacidad de cambio es muchísimo más grande de lo que sospechamos", resume el experto en el funcionamiento de la mente. "Y puede ser incluso mayor si al final del camino nos espera un abrazo", sentencia.