Hoy, 28 de febrero, Estados Unidos se enfrenta a un “apagón económico”. El movimiento popular The People's Union, dedicado a la resistencia económica, la rendición de cuentas del gobierno y la reforma corporativa, está movilizando a los consumidores para que, precisamente, no consuman. 

Proponen un “economic blackout” para demostrar al sistema “quien tiene realmente el poder”. Desde hace unas semanas están invitando a los ciudadanos estadounidenses a no realizar ninguna compra entre las 12 am del 27 de febrero y las 12 am del 28 de febrero, creando así 24 horas de ausencia de consumo. 

“No hagas ninguna compra. No compres online ni en tiendas. No compres en Amazon, Walmart ni Best Buy. ¡En ningún lado!", comentan en su sitio web. “No gaste ”dinero en comida rápida, gasolina, grandes retailers. No uses tarjetas de crédito o débito para gastos no esenciales". 

No obstante, entre las normas para el evento “anticonsumo” que promueve señalan que sí es aceptable comprar lo esencial o absolutamente necesario, como serían alimentos, medicamentos o suministros de emergencia, y de hacerlo, mejor que sea en pequeñas empresas locales. 

La razón del llamamiento responde a la complejidad del contexto económico, caracterizado por la permanente inflación, el elevado coste de la vivienda, o los altísimos precios que han registrado algunos productos básicos, como los huevos. Concretamente en ese caso, el brote de gripe aviar ha generado problemas de oferta y elevado el precio medio de la docena hasta los 4,95 dólares en enero, duplicándose en algunos comercios. 

“A las corporaciones y a los bancos solo les importan sus resultados. Si perturbamos la economía durante tan solo un día, enviaremos un mensaje poderoso”, comentan desde The People's Union. “Si no nos escuchan (no lo harán), haremos que el próximo apagón sea más largo (lo haremos). Esta es nuestra primera acción. Así es como hacemos historia”. 

John Schwarz, rostro visible del movimiento, ha estado trasladando el mensaje a través de Instagram y TikTok, donde reúne más de medio millón de seguidores. “Durante toda nuestra vida nos han dicho que no tenemos otra opción... que tenemos que aceptar estos precios demenciales, la codicia corporativa, las exenciones impositivas de los multimillonarios, todo mientras luchamos simplemente para sobrevivir”, ha comentado en redes sociales. 

El movimiento pretende alentar, apoyándose en el poder de las redes sociales, un sentimiento que se ha asentado entre los ciudadanos estadounidenses. Y es que consideran que las grandes corporaciones están demostrando una actitud avariciosa, generando millones en ingresos, en un momento en el que el ciudadano medio encuentra dificultades para salir adelante. 

Más allá del apagón económico propuesto para este 28 de febrero, el movimiento también está animando a iniciativas similares. Concretamente, ya está planeando un boicot anticonsumo contra Amazon de una semana de duración, entre los próximos días 7 y 14 de marzo; contra Nestlé (del 21 al 28 de marzo); contra Walmart (del 7 al 13 de abril) y contra General Mills (del 21 al 27 de abril). También tiene agendados ya otros apagones económicos de 24 horas los días 28 de marzo y 18 de abril. 

Este apagón económico se suma a otros impulsados por grupos o asociaciones de consumidores para protestar contra el elevado coste de la vida, y también para criticar el giro que muchas compañías han dado a sus políticas de diversidad e inclusión desde que Donald Trump fuera nombrado oficialmente Presidente de Estados Unidos. 

Este no es el primer movimiento social que anima a la reducción o eliminación del consumo. La tendencia “No Buy”, por ejemplo, invita a los usuarios a ajustar sus presupuestos y a evitar el gasto en productos no necesarios, principalmente ropa, maquillaje, tecnología, perfumes, decoración del hogar, suscripciones a servicios o comidas fuera de casa. 

Quedará por ver el seguimiento que harán los consumidores del llamamiento y el efecto real del boicot. En este caso, al no estar enfocado a una compañía concreta, será más complejo analizar el resultado de la iniciativa, aunque otras acciones similares anteriores han impactado más en la imagen y percepción de la marca que en sus ventas.