El Coronavirus incentiva el consumo del producto nacional

  • Un 76,3% de los consumidores prevén que reducirán su nivel general de gasto
  • Cerca de un 20% de los usuarios evitarán entrar en las tiendas por miedo al contagio
mercado consumo

El coronavirus ha despertado un sentimiento de concienciación económica entre los españoles. El 70% de los consumidores prefieren comprar un producto de fabricación nacional, aunque sea más caro, que una alternativa importada como respuesta a la creciente crisis del COVID-19. Las mujeres, los mayores y los compradores con hijos son los más proclives a ello.

Esta es la gran conclusión a la que llega la segunda oleada del estudio 'El impacto del coronavirus en estados de ánimo, hábitos y consumo', elaborada por el profesor de EAE Business School, Pablo Contreras. El análisis se basa en los datos recogidos a través de una encuesta online realizada a 1.000 personas, entre el 5 y el 12 de mayo.

Los presupuestos para las actividades de ocio, el lujo y los espectáculos serán los que más desciendan

No obstante, un 76,3% de los encuestados prevén una disminución de su nivel general de gasto. “Este porcentaje es superior en 10 puntos a quienes piensan que bajarán sus ingresos, lo que apunta a una mayor prudencia general en el consumo aunque no afecte tanto a los ingresos”, afirma Contreras, autor del estudio, quien espera "una reorientación cualitativa del gasto de las familias, con criterios a la par racionales y de compromiso con la recuperación económica”.

Asimismo, hay una leve reducción en el número de personas que afirman que bajará su capacidad económica entre la primera oleada del estudio (69,6%) y la segunda oleada (66,2%). “Puede deberse a que hay un escenario algo menos incierto en esta fase con el inicio de la desescalada en estos días, que el que había en marzo en los primeros días del confinamiento”, agrega el profesor de EAE Business School. De hecho, el sentimiento de incertidumbre, que en marzo se situaba en el 64%, ha bajado ligeramente al 61,5% de encuestados.

Sin embargo, destaca la diferencia entre el porcentaje de personas que reducirían su consumo y su capacidad económica: en marzo era de 5,5 puntos y, en mayo, esta diferencia ha subido a 10, 1 puntos, casi el doble. “Esto apunta a un mayor nivel aún de prudencia y selectividad en el gasto en mayo que en marzo”, indica Contreras.

Los sectores más afectados

El presupuesto para actividades de ocio se verá reducido en un 74,2%, y en un 37,3% de los casos la reducción será muy notoria. Destaca también la caída en el presupuesto de restauración fuera del hogar, que prevén un 78,6% de los encuestados.

Un 16,5% de los españoles cambiarán sus vacaciones en el extranjero por turismo nacional

Similar suerte corren los espectáculos, cuyo presupuesto ser verá reducido en un 73,1% de casos y un 35,1% de los encuestados afirman que su presupuesto “bajará mucho”. Otro de los sectores más afectado por los recortes es el del lujo o productos Premium, que se verá reducido en un 81,6% de casos, afectando "mucho" a cerca del 55% de los mismos.

Respecto al gasto para las inminentes vacaciones de verano, un 70% de encuestados reducirán su presupuesto. De aquellos que ajustarán sus vacaciones a la baja, un 24% afirma que simplemente no hará vacaciones de verano y un 24 % cambiará el turismo internacional por el turismo nacional (un 16,5% del total de encuestados).

Por otro lado, el presupuesto para alimentación saludable sufriría un recorte menor, como ya se apuntaba en la primera ola de encuestas (del 32,1% al 29%), lo cual es indicativo de la importancia como producto básico que se asigna a esta categoría.

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Preferencias de compra en el post-confinamiento

El modo de comprar también cambiará debido al COVID-19. De las encuestas realizadas, se extrae que un 19,3% evitará entrar en las tiendas por miedo al contagio, mientras que un 68,2% no ve problema en ello. Tampoco les importa a un 81% de encuestados que las tiendas admitan devoluciones, aunque un 10,3% no están de acuerdo con esta práctica. Un 28,2% dicen que no se probarán la ropa por miedo al contagio, a diferencia de un 48,1% que sí lo harán. Un 58,7% afirman que se sentirán seguros al saber que la ropa se desinfectará en la tienda, en contraposición a un 18,1%.

Respecto a la bisutería, un 39,4% no considera correcto que se deje probar y un 32,8% sí lo ve adecuado. Un 50,4% considera correcto que las tiendas no admitan pago en efectivo mientras que un 35,6% no lo considera correcto.

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En cuanto a la forma de adquirir los productos, un 52% de los encuestados prefiere comprar en tiendas locales; por un 36% que opta por la compra online y solo un 12% que se decanta por las grandes superficies o centros comerciales. Los menores de 36 años muestran una predisposición a comprar online muy superior a la media, mientras que los mayores de 46 años son más propensos a acudir al comercio local. La preferencia por grandes formatos de retail es baja en general.

Los estados de ánimo

Un 70,2% de las personas encuestadas afirman que, en general, llevan anímicamente bastante bien o muy bien el confinamiento. Sin embargo, el estudio también apunta que la incertidumbre sigue siendo el sentimiento que prevalece con un 62% de encuestados, con una poco significativa reducción (en marzo era del 64%).

Los sentimientos de temor y tristeza han bajado de marzo a mayo

Un 44% se siente animado/a frente al 48% que se registró en marzo. Llama la atención que el temor ha bajado del 26,5% de marzo al 21% de casos en mayo. El sentimiento de tristeza ha caído todavía más, del 17,5% en marzo al 11,4% en mayo. La sensación de inseguridad ha pasado del 27,4% al 21%. "La experiencia acumulada por las personas, la adaptación a la situación, las perspectivas que ofrece la desescalada y la mayor cercanía a una cierta normalidad ayudan a explicar esta evolución”, apunta Contreras.

En relación con las previsiones particulares de los encuestados, sobre cuándo consideran que se volverá a una situación de relativa “normalidad”, un 28,5% de personas opinan que será a lo largo del 2020, aunque un 60% piensan que no será hasta 2021, incluso un 35% posponen esta vuelta a la normalidad a después de marzo de 2021, por un 11% que no saben qué contestar al respecto. La recuperación de la economía hasta regresar a la situación previa al COVID-19 se estima mayoritariamente en 2022 (un 34,7% de encuestados), mientras que sólo un 12% piensa que será en 2021. Un 41% cree que será después de 2022.

En relación a las perspectivas del sector profesional, quienes tienen una visión más optimista son los encuestados pertenecientes al sector de fabricación de productos de alimentación, sanidad/farmacéutico, tecnología, informática, telecomunicaciones y enseñanza. Quienes ven con más pesimismo el futuro de su sector son los profesionales del mundo de la construcción, inmobiliaria, restauración, turismo y viajes.

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El turismo nacional será un impulso para la economía de España.

Cuando se evalúa el papel de las empresas en esta crisis, un 63% de los encuestados afirma que tendrán en cuenta la actuación de las empresas en sus decisiones de compras futuras, un dato que baja desde el 72% registrado en la encuesta de marzo. Asimismo, las empresas que “se aprovechen” de la crisis para ganar más dinero contarían con el rechazo del 75% de encuestados.

Por último, un aspecto que en general suscita una creciente disconformidad es la realización de ajustes masivos de plantilla como consecuencia de la pandemia. El porcentaje de personas que se posiciona en contra de estas prácticas alcanzó el 63% en mayo, cinco puntos por encima de la cifra registrada en marzo.