Si tienes más de 30.000 seguidores en redes sociales podrías ser considerado una celebrity en social media, y por lo tanto ser sometido a las regulaciones publicitarias de los mismos. Al menos, en Reino Unido.
El organismo regulador en el país, Advertising Standards Authority (ASA), lo ha indicado así en el caso de una mamá bloguera: Sarah Willox Knott. La organización considera que quebró las reglas cuando promocionó unas pastillas para poder dormir, ya que el número de seguidores que tenía en ese momento la clasificaba como celebrity en la plataforma.
Esta es una de las primeras regulaciones que se emiten de este tipo, a la hora de regular si un influencer en redes sociales se ha saltado las nomas por promocionar productos médicos y para la salud. Sin embargo, no sienta un precedente inamovible: los casos polémicos que tengan como protagonistas cuentas o influencers más pequeños (como este caso), aún serán revisados uno por uno.
El post que ha provocado el problema fue publicado el pasado mes de febrero, y estaba marcado como anuncio. Además, la compañía detrás del producto tenía todos los permisos necesarios.
Sin embargo, ASA ha rechazado los argumentos que justificaban que 32.000 seguidores no clasificaban a Sarah Willox como celebrity. La cifra es claramente inferior a otras “celebrities reconocidas” dentro de la plataforma, como puede ser David Beckham, que cuenta con más de 55 millones de seguidores.
A pesar de ello, ASA considera que más de 30.000 ya es suficiente: tenía la atención de un significante número de personas. “Dado que era popular en este grupo, y tenía la atención de una audiencia más amplia, consideramos que en este caso es considerada celebrity”.
