El fondo marino se convierte en NFT o cómo proteger el ecosistema usando blockchain

  • La iniciativa Deep Rising busca concienciar del impacto de la explotación minera del fondo marino
  • La campaña convierte las firmas de la petición en certificados NFTs asignando coordinadas del océano
NFTs de criaturas marinas

La iniciativa Deep Rising, dedicada a proteger el mar de la minería en aguas profundas, ha convertido el fondo marino en NFTs. Lo ha hecho con la campaña “La mayor disputa oceánica del mundo”, cuyo objetivo es concienciar a la sociedad a nivel global del impacto medioambiental de la explotación minera de los océanos. 

Y es que ciertos países y empresas privadas quieren hacer uso del fondo marino para extraer materiales como el niquel y otros metales raros, que se emplean para la fabricación de baterías eléctricas, paneles solares y otros instrumentos esenciales para las energías sostenibles y la lucha contra los combustibles fósiles. 

El fondo marino ejerce un papel fundamental en la mitigación del cambio climático

Concretamente, en la Zona Clarion Clipperton (CCZ), que abarca más de 4,5
millones de kilómetros cuadrados en el Océano Pacífico, se ha designado 3 millones de kilómetros cuadrados para una posible explotación minera. Desde Deep Rising apuntan que la extracción de elementos en esta zona podría tener
consecuencias negativas tanto para el océano como para el conjunto del planeta, puesto que supone un importante sumidero de carbono y, por tanto, ejerce un papel crucial en la mitigación del cambio climático. 

Por ello, la campaña ha dividido dicha zona en 8.100 millones de coordenadas GPS destinadas a una posible explotación minera y representando a la población del planeta. Así, cada persona podrá reclamar su coordenada, en nombre de la humanidad y de las futuras generaciones. 
Con esto se alude a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que establece el fondo marino como el patrimonio común de la humanidad. 

La campaña es, en realidad, una petición para la preservación del ecosistema marino. Pero, a diferencia de una al uso, en esta cada persona recibirá unas coordenadas únicas en forma de NFT. Tal y como describen desde Deep Rising, el certificado expedido se denomina Deepsea NFT y está en 90 idiomas, no es
intercambiable con fines lucrativos y está representado por formas de vida de las profundidades marinas. 

La iniciativa apunta que los NFTs se acuñan en la cadena de bloques MultiversX, una cadena de bloques reconocida por su huella ecológica mínima, en colaboración con   Coinweb. Deep Rising explica en su web que el consumo de energía de MultversX es drásticamente menor que el de otras redes, con solo 0,04 gramos de CO2 por transacción. Además, asegura que está empleando un proceso de tokenización llamado Merkelización que minimiza las transacciones y la huella de carbono. 

“La mayor disputa oceánica del mundo” busca concienciar sobre la importancia crítica del fondo oceánico profundo, que constituye el espacio habitable más grande de la Tierra y que juega un papel vital en la estabilización del clima del planeta.
La campaña pretende unir personas de todo el mundo en una recuperación simbólica de los fondos marinos, y al utilizar tecnología blockchain garantiza que la contribución única de cada participante quede registrada de forma permanente. Así crea un registro duradero de apoyo global a los océanos.

Además, Deep Rising explica que la campaña culminará con una intervención en la Asamblea General de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) en julio de 2025. Allí presentará el mensaje de este movimiento en nombre de todos los que se han unido, exigiendo que se respete el Artículo 136 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que designa los fondos marinos fuera de la jurisdicción nacional como patrimonio común de la humanidad. 

El documental “Deep Rising”

Deep Rising también está concienciando sobre la problemática a través de un documental, disponible a través de la plataforma de streaming Gathr. Narrado por el actor Jason Momoa, la producción acerca a la explotación minera del fondo marino, los intereses económicos vinculados y las posibles soluciones para proteger el ecosistema. 

La explotación minera de los fondos marinos todavía no ha comenzado y tenemos una oportunidad única de cambiar el curso de la historia y detener otra industria extractiva enormemente destructiva antes de que cause daños irreparables a nuestro planeta”, señala Matthieu Rytz, director del documental, en un comunicado. “El momento de actuar es ahora, para proteger uno de los últimos ecosistemas
prístinos de la Tierra y salvaguardar nuestro futuro colectivo”. 

Más info.: Deep Rising