Javier Oliete, director general de la agencia Neo@Ogilvy, comenzaba su ponencia en OMExpo diciendo que desde siempre el ser humano ha tratado de darle respuesta a las cosas desde el punto de vista reduccionista: tratando de llegar a lo básico.
En marketing también se ha hecho lo mismo: hemos querido coger a cada consumidor y entender cómo llegar a ellos y minimizarlo. Por eso se separaba entre above the line y below the line. Luego el below se dividió en on y off. Y de ahí en adelante, el online se ha fragmentado en partes como:
-Search
- Display
- SEO
- SEM
- DSP
- Premium
El manejo de los presupuestos se está complicando cada vez más: se ha perdido cualquier tipo de dimensión de lo que es el consumidor porque los canales son los que han distorsionado el foco de lo que hay que hacer. Y ya no se puede hacer marketing como en los años 60...
Sistemas emergentes
Lo mejor, según Oliete, es que cuando hay muchos elementos dispersos estos tienden a organizarse juntos y formar un todo, como pasa con las comunidades de vecinos ;)
Lo que tenemos ahora es un conjunto de clientes que viven en red, por eso el marketing no puede ser líneal, sino algo más caótico y descontrolado.
¿Cómo? Con marketing orgánico...
“Tengo que estar en muchos de los canales porque no sé dónde va a tomar el consumidor sus decisiones”, decía Oliete. En función del momento en el que se encuentre, el consumidor tiene una actitud u otra. Por eso el marketing tiene que ser ORGÁNICO, para adaptarse al consumidor y, de esta forma, incrementar el número de clientes.
*Conclusión: sólo hay que conocer mejor a los clientes. Se trata de convertir los negocios en modelos de inteligencia. Los datos los tenemos. Sólo hay que manejarlos.
Es cierto que hay múltiples caminos y múltiples clientes, pero también tenemos múltiples herramientas. Se trata de buscar que todo encaje y saber gestionar todo el ecosistema de consumidores.