Netflix, el "videoclub online" más popular del mundo, se está haciendo esperar en España. Sus orígenes se remontan al año 1997 en Estados Unidos, aunque su verdadera fama le llegó en 2007, cuando el ancho de banda aumentó lo suficiente como para que el visionado por streaming fuera una realidad cómoda para los usuarios.
Sin embargo, en lo que a expansión internacional se refiere, a Netflix le está costando cruzar el charco. Cuenta con presencia en Canadá, Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Pero su penetración en Europa está teniendo que hacer frente a algunos obstáculos.
Y es que la obtención de licencias de los contenidos audiovisuales para su distribución online se complica más en Europa según el país. Desde que Netflix aterrizó en Reino Unido en 2012, sólo se ha expandido a 6 países más: Alemania, Francia, Austria, Bélgica, Luxemburgo y Suiza.
Eso sí, fuentes cercanas a Netflix aseguran que la compañía está preparando una segunda expansión por Europa para el último trimestre de 2015 en la que estaría incluido España.
¿Por qué va a tardar tanto?
Entre los motivos por los que Netflix está tardando tanto en llegar a España, se incluyen:
- Dificultad para conseguir los derechos de muchas películas y series
- La piratería
- La creciente competencia existente en España por parte de otros “videoclubs online”
- El miedo del sector cinematográfico español a la distribución online
Según un sondeo interno de Netflix realizado en 2011 al que tuvo acceso la Asociación de Internautas, el servicio se está demorando en España por los “abusivos derechos de autor” que “representarían un coste de 2 a 3 veces mayor que esos mismos derechos en otros países de Europa como Francia o Alemania”.
De ahí que cada vez se haga más necesario plantear una reformulación del sistema de distribución de los contenidos audiovisuales en España. Paco León dio un paso de gigante con la distribución simultánea de ‘Carmina o Revienta’ que, mientras se estrenaba en cine, se subía a Filmin, se editaba en DVD y se ponía a la venta con El País.
También hemos visto el ejemplo, aunque no en España, de la película ‘Lluvia de albóndigas’, que se distribuyó a través de Internet antes que en DVD y Blu-Ray en EEUU. Sony Pictures marcaba así un antes y un después rompiendo los esquemas de la industria cinematográfica.
Pero son dos gotas de agua en un desierto que se vuelve cada vez más hostil para todos los agente implicados. Por ejemplo, los fabricantes de DVD y Blu-Ray ven en la distribución online una amenaza. Y es que se considera que las ventas de DVD son las que, muchas veces, salvan las producciones multimillonarias que no consiguen funcionar en taquilla.
De ahí que todavía haya distribuidoras que retrasan el lanzamiento de las versiones digitales hasta 30 días para asegurarse mejores ventas en la versión de disco. Pero la caída de las ventas y la piratería están cambiando esta estrategia.
Las nuevas relaciones de Hollywood con Internet
Apple, Amazon y los fabricantes de videoconsolas Microsoft y Sony han dado pasos de gigante para la distribución online de cine con plataformas que permiten tanto la compra de los vídeos como el alquiler.
Iniciativas como Hulu o Netflix también han llegado para quedarse. Pero Europa, es Europa…
Hace unos años la Comisión Europea pidió a productoras y distribuidoras que aceleraran la implantación de servicios de distribución online a precios competitivos. Pero las actuaciones, por ahora, han sido escasas.
El reto ahora es el de encontrar y desarrollar nuevas estrategias de marketing y de promoción cinematográfica que se adapten a las necesidades y oportunidades de cada contenido audiovisual, porque todavía no existe el servicio de distribución perfecto.
De momento, hasta que Netflix llegue a España, debéis saber que hay algunos trucos para poder hacer uso del servicio en este país.