La historia del imperio Virgin parece obra de la casualidad. El naming no fue ideado por Richard Branson, sino por un compañero que le sugirió que la novedad de su idea convertía a su proyecto en "algo virgen". Y la misma improvisación fue la que guió el diseño de su logo.
Sin más recursos que un boli y una servilleta. Así nació el logotipo de una de las discográficas con más personalidad de los últimos tiempos. Una firma garabateada de un joven diseñador gráfico se ha convertido en un icono de referencia para el sector de la música y, ahora, para el mundo empresarial en general.
De hecho, muchos han sido los rediseños que la firma ha llevado a cabo en sus 44 años de historia. Pero en toda esa evolución visual se aprecia el influjo de aquella primera idea muy ligada al minimalismo de formas y colores.
Pero, si miramos a fondo, encontramos más detalles que revelan que nada fue casual en el diseño de un logo que ya se extiende a todos los productos y servicios de la marca.
La forma
El logo de Virgin está ligeramente inclinado a la izquierda. Esta asimetría representa la autoafirmación y la confianza, señas que se han convertido en la máxima de Branson.
El color
El logo es monocromático. De hecho, de un solo color: el rojo, que domina todo el diseño. Este color se asocia a la acción, al coraje, al valor. Y, precisamente, eso es lo que ha querido ejemplificar Virgin durante todo su recorrido como marca.
La tipografía
El hecho de que se trate de una firma manuscrita y no de una fuente digital es lo que diferencia al sello Virgin de sus competidores.