Retinol, ácido hialuronico, colágeno… Son los ingredientes de muchos de los productos que los consumidores, en su mayoría mujeres, utilizan en sus rutinas de cuidado de la piel. Pero son también los que, cada vez con más frecuencia, incluyen las niñas y adolescentes en sus tratamientos faciales. La demanda de productos antiedad entre las jóvenes está alertando a padres, tutores y dermatólogos y también a Dove, que como parte de su plataforma "Project Self-Esteem", está concienciando a la generación Alpha de las desventajas que puede tener la aplicación de este tipo de productos en su piel.
Lo está haciendo con la campaña “The Face of Ten”, para la que se ha asociado con creadores de contenido, influencers y expertos de cara a destacar las presiones antienvejecimiento a la que se ven expuestas las adolescentes mediante el contenido en redes sociales, y también generar conversaciones positivas y aportar consejos para padres y tutores para unas rutinas de cuidado adecuadas para jóvenes.
Lo cierto es que entre el vasto volumen de contenido vinculado al cuidado de la piel, hay un número creciente de vídeos protagonizados por chicas entre 10 y 15 años. Muchas de ellas comparten sus rutinas, entre las que se incluye la innecesaria aplicación de productos antiedad.
La compañía considera que esta tendencia es una muestra del impacto de la presión social de las plataformas digitales en la autoestima de las jóvenes, y refleja una problemática existente. Tras una investigación. apunta que casi 1 de cada 2 niñas de 10 a 17 años espera preocuparse más por su apariencia a medida que envejecen, y se espera que 1 de cada 3 niñas se sometan a trabajos estéticos o cirugía plástica para alterar su apariencia a medida que envejecen.
Es una cuestión a la que Dove pretende plantar cara de la mano de, entre otras personalidades, la actriz y presentadora Drew Barrymore. Esta ha compartido un vídeo en su cuenta de TikTok en la que, en lugar de aplicarse productos cosméticos, decora su rostro con pegatinas, purpurina y pintura facial. La idea es transmitir que la cara de niñas y adolescentes debería lucir así, divertida y desenfadada, y no preocupada por el envejecimiento. “Nunca temamos envejecer porque es un privilegio. Si creamos mensajes poderosos y positivos, podremos ser tan divertidos como queramos y tan empoderados como queramos”. ha señalado.
“Dove cree que el rostro de un niño de 10 años debería ser un lienzo para divertirse sin preocupaciones, no productos antienvejecimiento”, explican desde la marca. De este mensaje se están haciendo eco otras influencers y creadoras de contenido especializadas en belleza o estilo de vida, y están compartiendo sus maquillajes artísticos bajo el hashtag #TheFaceof10.
Además, como suele ser habitual en las campañas de Dove, la marca está ofreciendo recursos educativos, orientación y acompañamiento con el objetivo de concienciar tanto a adolescentes como a sus responsables del impacto que puede tener en su piel la aplicación de productos antiedad. La aplicación de estos a edades tempranas puede dar lugar a irritaciones, dermatitis o daños prematuros en la piel.
Para divulgar esta orientación, Dove se ha asociado con la experta en imagen corporal Phillippa Diedrichs y la dermatóloga certificada Marisa Garshick, que protagonizan la pieza de TikTok 'The Gen A Anti-Aging Talk', sobre las presiones antienvejecimiento y la ansiedad por la belleza.
"¿Cuándo empezaron los niños de 10 años a preocuparse por las arrugas y el envejecimiento? Es hora de hablar para resaltar lo absurdo y proteger su autoestima", ha señalado Firdaous El Honsali, Vicepresidenta Global de Dove, en un comunicado. “En Dove, creemos que la belleza debe ser una fuente de felicidad, no de ansiedad. Hoy en día, nuestras niñas están ‘antienvejeciendo’ incluso antes de haber crecido y nos necesitan más que nunca”.
