Elon Musk ha hecho una oferta para comprar el 100% de Twitter.
Según un documento de la Comisión de Bolsa y Valores, la SEC, Musk ha ofrecido adquirir todas las acciones de Twitter que no posee por 54,20 dólares la acción en efectivo, valorando así la empresa en 43.400 millones de dólares, una oferta que es un 38% superior al valor actual de la empresa.

Y es que recientemente Musk se ha hecho con el 9,2% de las acciones de Twitter, una operación que está valorada en casi 3.000 millones de dólares, convirtiéndose así en el mayor accionista de la red de microblogging.

Ahora, y tras rechazar unirse a la Junta Directiva de Twitter, el empresario ha dicho que la propuesta en efectivo es su "mejor y última oferta", según la presentación de la SEC, y ha añadido que si no se acepta, tendrá que reconsiderar su posición como accionista.

El CEO de Tesla ha enviado una carta de oferta a la compañía, en la que expresa:
"Invertí en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma para la libertad de expresión en todo el mundo, un imperativo social para una democracia que funcione. Sin embargo, desde que hice mi inversión, ahora me doy cuenta de que la empresa no prosperará ni cumplirá con este imperativo social en su forma actual. Twitter debe transformarse en una empresa privada".

La carta está dirigida a Bret Taylor, Presidente de la Junta de Twitter, y no a su CEO Parag Agrawal. Y concluye: "Twitter tiene un potencial extraordinario. Lo desbloquearé".

Por su parte, Twitter ha emitido un comunicado confirmando que ha recibido la oferta. La plataforma asegura que revisará detenidamente la propuesta "para determinar el curso de la acción que será mejor para la compañía y todos los accionistas de Twitter".

Una revisión que ha llevado a la plataforma de microblogging a expresar tan solo unas horas después su intención de contrarrestar la oferta del multimillonario. El motivo es que, aunque el Consejo de Dirección tiene la voluntad de estudiarla, algunos accionistas de Twitter han dejado claro que no venderán. "La cantidad no se acerca al valor intrínseco que tiene la plataforma", ha declarado en Twitter el Príncipe Alwaleed bin Talal, de Arabia Saudí, que tiene el 5% del capital de la compañía.

Twitter podría aplicar así la estrategia conocida como “píldora envenenada”, que consiste en vender acciones con descuento a algunos accionistas ya existentes, excluyendo a la parte interesada en adquirir la empresa, en este caso Elon Musk. 
“El Plan de Derechos reducirá la probabilidad de que cualquier entidad, persona o grupo obtenga el control de Twitter a través de la acumulación de mercado abierto sin pagar a todos los accionistas una prima de control”, ha expresado Twitter en un comunicado. Una maniobra que diluiría la participación existente de Musk y haría más difícil comprar la compañía de manera hostil, puesto que tendría que pagar una cantidad mucho mayor por el resto de la compañía. Y es que una vez que un individuo o un grupo de personas que trabajan juntas compran el 15% o más de las acciones de una empresa, cualquier persona que intente adquirirla debe negociar directamente con la Junta. Este plan de Twitter vencerá en un año, el 14 de abril de 2023.

Por su parte, Elon Musk ha asegurado que si el Consejo de Twitter rechaza su oferta de compra, podría emprender acciones legales contra la empresa. "Si el actual Consejo toma medidas contrarias a los intereses de los accionistas, estarían incumpliendo su deber fiduciario. Asumirían una responsabilidad de escala titánica".

De manera previa a la oferta de Elon Musk para comprar el 100% de Twitter, hace unos días se publicaba un informe en el que se detalla que Elon Musk ha adquirido un paquete de 73,5 millones de acciones de Twitter que, en comparación con los 800,6 millones de títulos que componen el capital social de la empresa, suponen una participación del 9,2%.
En concreto, el fideicomiso Elon Musk Revocable Trust, del que el empresario es el único beneficiario, ha sido el comprador de las acciones, por lo que Musk es ahora el dueño indirecto de la totalidad de la participación. 

El posicionamiento de Elon Musk hacia Twitter

En este contexto, el empresario de 50 años hacía una encuesta a sus más de 80 millones de seguidores en Twitter el mes pasado, preguntándoles si Twitter se adhería a los principios de la libertad de expresión. 

Después de que más del 70% dijeran que no, Elon Musk se preguntó si sería necesaria una nueva plataforma y, por entonces, desveló las intenciones de crear la suya propia.

Y es que Elon Musk es una de las mayores personalidades de Twitter, pero sus publicaciones han sido en ocasiones muy críticas con esta plataforma. 
Por ejemplo, hace tan solo cuatro meses hacía y compartía un meme en Twitter en el que Parag Agrawal (actual CEO de la plataforma) era comparado con Stalin, paseando junto a Jack Dorsey. En la primera imagen, Dorsey era representado como Nikolay Yezhov, el amigo cercano de Stalin que después fue asesinado bajo las órdenes del dictador soviético.

Por otro lado, hace dos semanas Elon Musk preguntaba a sus seguidores si el algoritmo de Twitter debía ser público. 
Cuando lanzó esta pregunta, el antiguo CEO de la red social, Jack Dorsey, respondió a Musk diciéndole: "La elección de qué algoritmo usar (o no) debería estar abierta a todos".

Pero Elon Musk no es el primer personaje público en criticar la libertad de expresión en Twitter. Otro personaje público polémico hacia la plataforma fue el ex-presidente Donald Trump, al que se le cerró la cuenta en enero de 2021. Recientemente, Trump ha lanzado la aplicación Truth, como intento de libertad de expresión y alternativa a redes como Twitter. 

Noticias Relacionadas

Truth Social, la red social de Donald Trump, ya está en Apple Store

Qué es la Web3, el tema de debate estos días con las opiniones de Jack Dorsey o Elon Musk

Elon Musk, por su parte y lejos de lanzar una plataforma propia desde cero como habría podido insinuar días atrás, ha reforzado su presencia en Twitter comprando el 9,2 % de sus acciones. Estará por ver si hace cambios en el algoritmo o lo abre al público general, tal y como él pedía, así como las consecuencias que esta adquisición trae en términos de, la cuestionada por su parte, libertad de expresión. 

Al hacerse pública la adquisición de parte de Twitter por Elon Musk, las acciones de la plataforma se dispararon en bolsa, subiendo un 25%.