Algo está pasando con el sector del transporte en España. De un tiempo a esta parte, empresas automovilísitcas como Toyota o Kia han abandonado su concepción tradicional de fabricantes de coches y han pasado a definirse como “empresas de movilidad”.
La jungla del transporte
Defienden la idea de que vamos hacia una sociedad en la que muy pronto mandarán los millennials y parece que a esta generación no le interesa la propiedad. Al menos en lo que al coche se refiere.
Se desplazarán en Uber, Cafiby, Emov o Car2Go. Es más, ya lo están haciendo. De hecho Emov ya cuenta con 160.000 usuarios registrados en nuestro país y plantea ampliar su flota de vehículos.
Estamos hablando de una jungla del tansporte en la que intervienen variedad de players y, entre ellos, uno de origen español que se está haciendo cada vez más grande. Hablamos de Cabify.
Cabify ya es un unicornio
Cabify ha llegado a la categoría de unicornio. O lo que es lo mismo, es la primera start-up española que ha superado los 1.000 millones de dólares de valoración. En concreto tiene un valor de 1.400 millones. Lo ha conseguido esta misma semana tras recibir una nueva ronda masiva de financiación de 160 millones de dólares cuando ni siquiera se ha cumplido un año desde la última, de 100 millones, en mayo del año pasado.
Todo gracias a las aportaciones de inversores que repiten como Rakuten Capital y otros nuevos como TheVentureCity, Endeavor Catalyst, GAT Investments (el fondo del empresario Rosauro Varó), Liil Ventures y WTI.
Hablamos de un crecimiento que ha hecho posible que el primer unicornio de España ya esté presente en más de 130 ciudades de 14 países de la península Ibérica y América Latina.
Sobre las previsiones de crecimiento e internacionalización de la compañía, la Head of Global Marketing de Cabify, Bárbara Calixto, apuntaba durante la presentación del ranking de las mejores marcas españolas de Interbrand que la filosofía de la empresa es “facilitar y formar parte de un nuevo concepto de ciudades en las que cada vez habrá menos propietarios de coches y más usuarios de servicios de movilidad”.
Consecuencias del crecimiento
En Reason Why hemos podido hablar con un propietario de una flota de Cabify en Madrid. Según su visión, el crecimiento de Cabify está motivado sobre todo por su expansión en América Latina.
“En España una licencia VTC costaba 36.000 euros en diciembre de 2016. Ahora cuesta entre 65.000 y 70.000 euros. Se ha revalorizado mucho y, por lo tanto, el retorno de la inversión ha bajado”. Además, nos cuenta que para este año se espera la liberalización de unas 1.000 licencias más en Madrid “y no sabemos si la demanda dará para tanto”.
Sea como sea, lo que ya es incuestionable es que Cabify es el primer unicornio español en unirse a un elenco mundial de cerca de 200 start-ups valoradas en más de 1.000 millones de dólares. Un selecto grupo en el que encontramos otras compañías de economía colaborativa como Uber (que con un valor de 68.000 millones de dólares está considerada la compañía privada más valiosa del mundo) o Airbnb (valorada en 29.900 millones).
Por cierto, a pesar de que algunas fuentes mencionan a Letgo como empresa unicornio española, lo cierto es que la tecnológica, especializada en la compra-venta de productos de segunda mano, cuenta con dos españoles entre sus fundadores y gran parte del equipo asentado en Barcelona. Sin embargo, la empresa tiene su sede en Nueva York y su socio mayoritario es la sudafricana Naspers. Es más, en declaraciones a Reason Why, Jonathan Lowe, Head of Communications de Letgo, confirma que la compañía no es española: "A veces se describe a Letgo como una empresa española porque tenemos oficina en Barcelona, además de nuestra sede en Nueva York, pero no es correcto". En cuanto al valor de la compañía, Lowe confirma que supera los 1.000 millones de dólares.