Enmarcado en lo que fuera la primera fábrica de baterías eléctricas del inventor Isaac Peral, el Campus de Google abrió sus puertas hace sólo dos semanas, pero ya funciona a pleno rendimiento. Prueba de ello son las más de 50 personas que a diario trabajan de manera conjunta en este espacio.
Usuarios activos que acuden cada día, de entre los más de 3.500 inscritos en este programa, según datos de Google. Un éxito de convocatoria que ya está dando resultados: 12 startups están trabajando con las dos aceleradoras de empresas que funcionan dentro del Campus.
“Este Campus es el tercero que abrimos en el mundo, después de Seúl y Londres. La idea es crear una comunidad de emprendedores dentro de un espacio abierto donde puedan aprender, trabajar y conectar con la comunidad. No es un mero espacio de coworking, es algo más”, explica Sofía Benjumea, jefa del Campus.
El edificio se divide en cuatro plantas con más de 2.500m2 y diferentes espacios interconectados. Pero es en la planta baja y en la segunda donde se concentran el mayor número de emprendedores. Ahí están ubicadas la cafetería y el espacio de trabajo común, de libre acceso y gratuito para todos los inscritos en el programa.
Desde las 9:00 de la mañana a las 19:00 de la tarde, este lugar pone en común a start-ups, emprendedores, freelances, inversores o personas con ganas de trabajar en un ambiente colaborativo y con muchas posibilidades de aprendizaje.
“El 20% de lo que se organiza aquí son actividades programadas. El resto son actividades que organizan los propios usuarios, por lo que es completamente orgánico. Cada comunidad se va haciendo cada vez más viva”, indica Benjumea
Aceleradoras de start-ups
Por otro lado, la segunda y tercera planta albergan dos aceleradoras de empresas, así como varias aulas en las que se ofrecen talleres y formación. Para acceder a estas aceleradoras, es necesario tener en marcha un proyecto de negocio e inscribirse como residente del campus.
En las aulas, Google imparte algunos de los talleres, ya sea en formato de mentorías para start-ups, eventos o charlas. Además, se ofrece acceso a inversores B2B para que la idea no se quede en el tintero.
“El emprendimiento no tiene edad”
Desde la organización también quieren dar cabida a madres, padres y mayores de 50 años para que den alas a sus ideas emprendedoras. Para ello, organizan talleres con horarios especiales y disponen de espacios para una mayor comodidad.
Arte y tecnología
Uno de los lugares más inspiradores del campus es el mural que preside la pared del primer y segundo piso. Es una obra de el artista español Ricardo Cavolo, con quien los organizadores del Campus pretenden seguir colaborando.
Concretamente, a partir de septiembre tienen pensado que sea el propio Cavolo el que reúna a artistas de todo el mundo para organizar un evento dentro de este espacio.