No más torsos desnudos en Abercrombie & Fitch

La marca dejará de apostar por uno de sus buques insignia. A partir del próximo mes de julio, Abercrombie & Fitch no mostrará más torsos desnudos al público. Su apuesta por el marketing sexual que la ha caracterizado estos últimos años, tiene los días contados después de que esta tendencia “más corporal” fuera presentada mundialmente a través de su página web, escaparates, bolsas e incluso acciones de street marketing.

En julio la marca dejará de utilizar modelos sin camisa y dejará de mostrar a sus deseados socorristas que siempre solían acompañar el gran estreno de un punto de venta. ¿Por qué? En un reciente comunicado la marca ha defendido que ahora tendrán un modelo operativo centrado en el cliente, haciéndolo más convincente, amigable y fácil de comprar.

La compañía, de esta manera, deja atrás su "Política de Imagen" en la que contrataba a los empleados basándose  únicamente en su cuerpo y atractivo, y en la que prohibía distintos tipos de peinado y decoraciones.

Pero el cambio también afectará al vocabulario. En lugar de llamar a sus empleados “modelos”, Abercrombie & Fitch se referirá a los trabajadores a partir de ahora como “representantes y embajadores de la marca” para buscar un concepto que vaya más allá del aspecto físico al que nos tenían acostumbrados. Desde julio el personal de atención al cliente será algo más que un cuerpo bonito. La tienda pondrá ahora mayor énfasis en sus clientes y menos en sus modelos-empleados.

La compañía de ropa busca alejarse así de la imagen creada por su antiguo director ejecutivo.

Polémica Abercrombie & Fitch

La última polémica la ha protagonizado una denuncia realizada por una mujer musulmana por discriminación religiosa. El velo islámico fue el motivo para que Abercrombie & Fitch  no la contratase, según han sostenido los demandantes.

¿Tiene derecho la firma de moda a exigir una política de imagen a sus empleados? Esto es lo que tratará de resolver el Tribunal Supremo de Estados Unidos.

La compañía ha intentado defenderse y ha alegado que llevar un pañuelo en la cabeza entra en conflicto con su política de imagen.