Las pymes son el motor principal de la economía española. Suponen casi la totalidad del tejido empresarial pero aún así hay muchas que no logra la financiación que necesitan para desarrollarse.
Según el II Informe sobre la financiación en España de la Confederación Española de Sociedades de Garantía (SGR-CESGAR), el 16,1% de las pymes no logra financiación bancaria por no solicitarlo (5,5%), porque se lo deniegan (6%), porque están a la espera de respuesta (4,5%) o porque las condiciones planteadas no eran las adecuadas (0,1%).
Aun así, el acceso a financiación ha aumentado un 10% en el último semestre y el 83,9% de pymes españolas han logrado inanciación en el último año. Pero hay una dualidad latente en el mercado: un 35,9% de pymes piensan que es más fácil acceder a los créditos a día de hoy, pero un 19,9% piensa justo lo contrario.
Y la realidad que presenta el informe es que si 150.000 pymes lograsen acceder a financiación se podrían crear 450.000 empleos en los próximos tres años.
Los retos de las pymes españolas
El perfil de la pyme española es el de una empresa de menos de 10 trabajadores, que factura menos de 300.000 euros y tres de cada cuatro se dedican al sector servicios. Además comparten un hándicap: la falta de garantías y avales. Este es el principal obstáculo para el 21,1% de las pymes.
Y es que tres de cada cuatro pymes deciden acudir al banco para financiarse, desconociendo otras formas como el leasing, el factoring o el confirming.
Por otro lado, la morosidad sigue siendo un problema latente y se puede relacionar con estas búsquedas de financiación. La petición de financiación en busca de circulante suele venir derivada del impago, ya sea de parte de particulares o Administraciones Públicas. Los retrasos en los pagos frenan el crecimiento de las pymes y las obligan a buscar financiación.
En cuanto a la inversión en I+D, es otra de las asignaturas pendientes de las pymes españolas. La escasa inversión en innovación sitúa a España lejos de los objetivos comunitarios.