Es paradójico cómo cuesta alcanzar la cima y cómo en un minuto se puede perder todo. Hace unos días veíamos cómo Toyota adelantaba de nuevo a Volkswagen. Y es que la casa alemana automovilística ha pasado en sólo unos meses, de ser líder en el ranking de ventas mundiales ha registrar unas pérdidas que han encendido todas las alarmas dentro de la compañía. El mercado no ha perdonado el fraude de sus motores diésel, manipulados para pasar los controles de emisión de gases.
Por esta razón, Volkswagen ha perdido 1.673 millones de euros frente al beneficio de 2.971 millones de euros obtenido en el tercer trimestre de 2014.
El grupo Volkswagen, que tuvo que dotar 6.685 millones de euros como medida para afrontar el escándalo, ha obtenido una facturación de 51.487 millones de euros, es decir un incremento del 5,3%. Pero su beneficio operativo se ve mermado en un 0,7%, registrando 3.206 millones de euros. Aún así, la casa mantiene un beneficio acumulado de 3.990 millones de euros en los nueve primeros meses del año. Una cifra un 54,1% inferior a la obtenida en el mismo periodo de 2014.
Volkswagen, en Profit Warning
Es la primera vez en 15 años que Volkswagen ha tenido que comunicar un saldo negativo. Además, la compañía ha anunciado un "profit warning". Por lo tanto recortará sus previsiones de beneficio para este año porque sus ganancias antes de impuestos pueden caer "significativamente".
Los analistas consideran que aunque Volkswagen muestra algunas fortalezas, es pronto para sacar una conclusión del impacto final del fraude. A lo que Matthias Müller, actual presidente de la compañía, ha asegurado que “haremos todo lo que está en nuestra mano para recuperar la confianza que hemos perdido”.
