Trust Barometer de Edelman: las empresas luchan por mantener la confianza de los ciudadanos en la era del descontento

  • Según el informe de Edelman, impera un clima de insatisfacción, descontento y sensación de agravio
  • Las empresas son la institución que más confianza genera y se perciben como competentes y éticas
Persona con bolsa de papel en la cabeza

Insatisfacción y sensación de agravio. Así es como podría describirse, según el informe “Trust Barometer 2025” de Edelman, el sentimiento de los ciudadanos a nivel global. Seis de cada diez personas reportan niveles moderados y altos de descontento hacia gobiernos, empresas y élites económicas, al considerar que actúan en detrimento de la mayoría, priorizando intereses económicos. 

Es el principal hallazgo de la consultora de comunicación y relaciones públicas tras recoger, mediante encuesta online realizada entre el 25 de octubre y el 16 de noviembre de 2024, las opiniones de más 33.000 individuos en 28 países. Esta supone la 25 edición de este informe anual, que recoge la percepción de los usuarios respecto a los negocios, medios de comunicación, gobierno y organizaciones no gubernamentales. 

El Trust Barometer recoge un clima de desconfianza hacia todo tipo de instituciones

En términos generales, el informe recoge un clima de desconfianza hacia todo tipo de instituciones, arropado, entre otras cosas, en un contexto económico complejo y cargado de desequilibrios, así como en un panorama geopolítico incierto y en un progreso tecnológico que compromete las formas de trabajar actualmente. 

A continuación destacamos algunas de las conclusiones más relevantes del “Trust Barometer 2025” de Edelman: 

La confianza sigue depositada en las empresas

A pesar del clima generalizado de descontento, las empresas siguen siendo las únicas capaces de recoger la confianza de los ciudadanos, aunque su índice de confianza desciende respecto la edición anterior del informe. También cae la confianza en las ONGs, mientras que sube la depositada en medios y en gobiernos. 
Cabe recordar que Edelman establece tres niveles de confianza: desconfianza (índice del 1 al 49), neutralidad (50-58) y confianza (60-100).

Las empresas son las únicas instituciones que son percibidas como competentes y éticas, mientras que las ONGs sólo son vistas como éticas. Por su parte, tanto los medios como los gobiernos se perciben como incompetentes y poco éticos. Con todo, las cuatro instituciones mejoran sus percepciones respecto a las conseguidas en 2020. 

A nivel individual, los líderes de los gobiernos siguen siendo los agentes de mayor desconfianza, con un índice de 47. En la zona de neutralidad de la escala se sitúan los periodistas (52) y los CEOs (53); mientras que en la zona de confianza se encuentran, de menor a mayor, los vecinos (61), los compatriotas (64), el CEO propio (67), los profesores (75) y los científicos (77).

La desconfianza está en uno de sus punto más álgido. Es más, la creencia de que las instituciones mienten a los ciudadanos, o les confunden de manera deliberada con afirmaciones falsas o exageraciones, ha crecido significativamente en los últimos cuatro años. El mayor incremento se encuentra, pese a todo, entre los líderes empresariales. 

Las razones del descontento

La insatisfacción, el descontento y la sensación de agravio derivan de diversas causas. Una de ella es la pérdida de optimismo, especialmente en lo que respecta al progreso de las nuevas generaciones. Y es que tan sólo el 36% de los encuestados a nivel global consideran que la siguiente estará mejor que lo está la actual. 

La visión de un mundo desigual e injusto es otra de ellas. Según los datos que ofrece Edelman, el 67% de los ciudadanos consideran que las élites económicas no pagan su debida parte de impuestos y el 65% creen que su egoísmo causa muchos de los problemas comunes. Entre otras cosas, esto está llevando a la consolidación de la denominada “zero-sum mindset”, es decir, una mentalidad que concibe que la ganancia de una persona es la pérdida de otra. 

La sensación de agravio se ve provocada también por la inestabilidad económica y política así como su impacto en el empleo. Tanto es así que la recesión, los conflictos comerciales internacionales y la competición empresarial extranjera se sitúan como las principales preocupaciones para la seguridad laboral. 

El clima social de crispación tampoco ayuda a mejorar el sentimiento de los ciudadanos. El 63% de los encuestados tiene miedo de sufrir prejuicios, discriminación o racismo. 

Lo que pueden hacer las empresas para mejorar la confianza

Ante la actual atmósfera de preocupación, miedo y desconfianza, los ciudadanos consideran que las empresas deben proveer a sus empleados con trabajos bien pagados en sus comunidades locales, y también entrenarlos y ofrecerles las capacidades para ser competitivos. 

Además, consideran que deben hacer más en terrenos como el coste de vida, el cambio climático, la capacitación, la desinformación o la discriminación. Aunque estas posiciones se ven influencias por la sensación de agravio, de tal manera que a mayor descontento más se considera que las empresas pueden hacer más por las citadas cuestiones. 

Del mismo modo, también consideran que los CEOs pueden actuar sobre problemáticas sociales, especialmente si pueden generar un gran impacto en el desafío en cuestión o si al hacerlo pueden mejorar el rendimiento del negocio. También creen conveniente que los líderes empresariales actúen si el negocio ha contribuido al problema o si este afecta negativamente a clientes, empleados y comunidades. 

Cómo construir confianza

Más allá de las empresas, el “Trust Barometer 2025” también recoge en qué pueden centrarse el resto de instituciones para recuperar la confianza de los ciudadanos. Los encuestados consideran que los líderes gubernamentales lograrán autoridad y legitimidad cuando generen impacto positivo en sus vidas y entiendan lo que ellos y personas como ellos necesitan y quieren. 
Por su parte, las ONGs deben luchar contra la división social y reparar el tejido social, mientras que los medios han de poner el foco en informar al público con hechos contrastados. 

En la era del descontento, Edelman recoge en su informe cuatro claves para trabajar la confianza: 

  • Abordar el descontento: las empresas han de entender la realidad económica de sus stakeholders, apoyarse en intereses compartidos y crear oportunidades para el optimismo
  • Licencia para actuar: para navegar las expectativas se ha de entender que las empresas tienen obligaciones, actuar en interés de todos los stakeholders y defender a la organización
  • Colaboración entre instituciones: empresas, gobiernos, medios y ONGs deben trabajar juntos para atacar las razones del descontento y mejorar la confianza, ofrecer información de calidad, generar prosperidad e impulsar las comunidades.
  • Optimismo vence al descontento: trabajar la confianza en la propia organización y en las comunidades en la que impacta es necesario para incrementar el optimismo y, así, abordar el descontento.

Más info.: Edelman Trust Barometer 2025