Más allá de la consolidación del teletrabajo, el impacto de la pandemia en las formas de trabajo ha provocado una transformación cultural en el ecosistema laboral que tiene el bienestar emocional y psicológico de los empleados como principal motor. Fruto de ello son los experimentos en torno a la semana laboral de cuatro días que se han llevado a cabo en países como Islandia, Australia, Nueva Zelanda o Reino Unido.
La organización ha compartido los resultados con una comisión de la Cámara de los Comunes
La prueba piloto realizada entre las empresas británica, impulsada por la organización 4 Day Week, presentó algunos de sus positivos resultados hace unas semanas, y ahora ha elevado el balance en una reunión con una comisión de la Cámara de los Comunes del Reino Unido. El objetivo es convertir el experimento en algo generalizado, por lo que se ha puesto en marcha una campaña para tratar de convencer al Gobierno y al Parlamento de la necesidad de implantar una legislación que brinde a los trabajadores el derecho a solicitar en cada empresa la semana de cuatro días.
“Este es un gran momento de avance para el movimiento hacia una semana laboral de cuatro días. En una amplia variedad de diferentes sectores de la economía, estos increíbles resultados muestran que la semana de cuatro días sin pérdida de salario realmente funciona"; ha comentado Joe Ryle, Director de 4 Day Week Campaign, en un comunicado. “Seguramente ha llegado el momento de comenzar a implementarlo en todo el país”.
Resultados positivos y alentadores
Según explican desde la organización, el piloto británico ha sido la prueba de la semana laboral de cuatro días más grande del mundo hasta el momento. Se ha hecho entre 61 empresas y alrededor de 2.900 trabajadores, y se llevó a cabo entre los meses de junio a diciembre de 2022 siguiendo el modelo 100:80:100, es decir, el 100% del salario durante el 80% del tiempo semanal, a cambio del compromiso de mantener el 100% de la productividad. No obstante, el programa no ha exigido la instauración de una semana de cuatro días concreta, sino que las empresas han podido ajustar la reducción de tiempo de trabajo a sus necesidades y características.
La prueba ha se ha hecho entre 61 empresas y 2.900 trabajadores
Las conclusiones se han recogido en un informe actualizado elaborado por el grupo de expertos Autonomy y académicos de la Universidad de Cambridge y del Boston College en Estados Unidos. Los resultados se basan en datos administrativos de las empresas, datos de encuestas de los empleados e información recabada en una serie de entrevistas realizadas durante el período piloto, proporcionando puntos de medición al principio, a la mitad y al final de la prueba.
La organización destaca que “la prueba fue un éxito rotundo” a raíz de que de las 61 empresas que participaron, 56 prorrogarán la semana de cuatro días (92%). 18 de estas han optado por convertirlo en una medida permanente. Parte de la decisión se debe a los beneficios comerciales hallados en la semana laboral de cuatro días. Y es que los ingresos de las empresas aumentaron un 1,4% en promedio -ponderado por el tamaño de la empresa- en todas las organizaciones encuestadas. En comparación con un período similar de años anteriores, las organizaciones informaron sobre incrementos del 35% en promedio.
No obstante, las ventajas de este modelo se han percibido en otras áreas de las compañías. Según el informe, el número de empleados que abandonaron las empresas participantes cayó un 57% durante el periodo de prueba, evidenciando sus efectos positivos en la retención del talento. Es más, el 15% de los empleados señalaron que ninguna cantidad de dinero los llevaría a aceptar una semana de cinco días en lugar de la de cuatro días a la que ahora estaban acostumbrados.
Sin embargo, los principales beneficios han revertido en el bienestar de los empleados. Los datos muestran que el 39% han reducido su estrés y el 71 % estaban menos “quemados” al final de la prueba. Además, los niveles de ansiedad, fatiga y problemas de sueño disminuyeron, mientras que la salud mental y física mejoraron.
En lo que respecta a conciliación, el 60% los empleados ha encontrado una mayor capacidad para combinar el trabajo remunerado con las responsabilidades de cuidado, mientras que el 62% informó que era más fácil combinar el trabajo con la vida social. También han destacado mayor satisfacción con las finanzas de su hogar, las relaciones y la forma en que se administraba su tiempo.
“Nos sentimos muy alentados por los resultados, que mostraron las muchas formas en que las empresas estaban convirtiendo la semana de cuatro días en una política realista, con múltiples beneficios. Creemos que hay mucho aquí que debería motivar a otras empresas e industrias a intentarlo”, ha apuntado David Frayne, investigador asociado de la Universidad de Cambridge.