Hay muchas formas de promover la donación de órganos. En Irán, los donantes reciben una compensación económica. En Israel, el que no es donante no tiene derecho a recibir un transplante.
Pero la iniciativa más original viene de Sudáfrica.
La Organización Sudafricana para la Donación de Órganos, junto con la agencia Native, han abierto una tienda de moda donde la moneda de cambio es la donación de órganos. La tienda se llama “The Exchange” (el intercambio).
El cliente tiene que firmar una declaración que dice “Declaro que, cuando muera, mis órganos se donarán a una persona que los necesite, dándole una segunda oportunidad de vivir el resto de sus días al máximo”.
Una vez firmado el papel, el donante ya puede llevarse un par de botas o una camisa nueva.
La iniciativa ha funcionado y la tienda lleva ya más de 500 nuevos registrados. Algunos han posado para una galería en la página de Facebook de la Fundación.
La acción ha conseguido construir una experiencia divertida para hablar de un tema muy difícil: la muerte y la donación de órganos.
Es un incentivo directo, casi como el de pagar a los donantes. Pero al mismo tiempo es una acción de marketing y ha servido para dar a conocer la donación de órganos a todo el país.
Tal vez llama mucho la atención porque cuesta relacionar un mundo tan superficial y consumista como el de la moda con los valores altruistas de los donantes de órganos.
Sólo hay un problema, y es que cualquiera puede decidir dejar de ser donante de órganos cuando quiera. Si alguno de los clientes de “The Exchange” decide darse de baja como donante, nadie le podrá exigir que devuelva aquellos vaqueros que cogió de la tienda tiempo atrás.
Como en todos sitios, hecha la ley, hecha la trampa...