La entrega de los Premios Goya es siempre uno de los eventos más seguidos y comentados de la televisión en España. Cada año reúne a cientos de artistas y personalidades públicas en un Teatro vestidos con sus mejores galas y una audiencia de más de 2 millones de personas junto a la pequeña pantalla. Sin embargo, el coronavirus ha hecho que los planes cambien y que la ceremonia de la 35 edición se haya tenido que transformar en una Gala híbrida que no terminó de atraer a los espectadores aunque sí haya logrado una buena crítica.
Con los nominados conectados en directo desde sus hogares a través de un Zoom multitudinario, la Gala, que pasará a la historia como la ceremonia marcada por la pandemia, se ha convertido en la menos vista de los últimos 15 años, registrando 2.482.000 espectadores de audiencia media y un 15,6% de cuota, según datos de Kantar recogidos por Barlovento. Es casi la mitad de la audiencia que registró la entrega de Premios en 2011 con 4.156.000 espectadores y un millón menos de lo que anotó el año pasado con 3.648..000 espectadores.
No obstante, quienes sí vieron la Gala presentada por Antonio Banderas y María Casado en el Teatro Soho CaixaBank de Málaga mostraron su cariño, gratitud y aprobación al formato híbrido elegido para entregar los galardones más importantes del cine español. Y es que esta Gala suponía un gran reto para todos. Tenía que atraer y conectar con los espectadores en un contexto atípico en el que los nominados estarían en sus casas y en el que el escenario solo lo pisarían los artistas invitados y los elegidos para leer el nombre de los ganadores. La única ganadora que sí acudió al Teatro fue Ángela Molina, reconocida con el Goya de Honor.
Retos de la 35 edición de los Premios Goya
A nivel técnico el reto era grande: la Academia del Cine tenía que conseguir conectar con 166 nominados, que todas las conexiones funcionasen bien y darles un hueco en las pantallas del escenario del Teatro Soho CaixaBank cuando les tocase escuchar su nominación.
A pesar de que, según explicaron desde la organización, hubo problemas durante los ensayos, la Gala marchó bien gracias a los más de 130 equipos desplegados en el Teatro y a la cercanía que ofrecieron las conexiones telemáticas por Zoom, que más allá de pequeños problemas como el micrófono apagado de Fernando Trueba, funcionaron bien y mostraron una cercanía más de "andar por casa" que nunca.
Antonio Banderas como presentador
A pesar de ser una edición tan atípica y marcada por el coronavirus, la cercanía y la emoción del propio Antonio Banderas se ganaron rápidamente al público seguidor de la industria cinematográfica española.
En un momento en el que el cine atraviesa grandes dificultades, estos premios eran muy necesarios y tenían que contar con un presentador consciente de la realidad. Antonio Banderas comprendió esta necesidad y condujo la ceremonia con mucha profesionalidad, apostando por una Gala con menos humor y más cine.
También el presentador, siguiendo su idea de “más cine”, pidió a varias personalidades cinematográficas que mandasen vídeos apoyando el cine español y la respuesta fue abrumadora: Robert de Niro, Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro, Charlize Theron, Lupita Nyong’o, Gael García Bernal, Helen Mirren, Laura Dern, Tom Cruise, Emma Thompson o Sylvester Stallone, fueron algunos de los contactos de Banderas que quisieron mandar un mensaje de apoyo a la industria cinematográfica, generando incluso memes al respecto.
La emoción de los ganadores desde casa
Los discursos de los premiados estuvieron alejados de la politización y fueron más cercanos que nunca. Los espectadores pudieron asomarse a las casas de todos sus actores y actrices favoritos y vieron la emoción de los familiares y amigos de los ganadores, que sin importarles que estuvieran en pantalla, saltaron a abrazarles para celebrar la estatuilla.
Este formato también provocó que algunos familiares de los nominados celebrasen premios antes de tiempo. Por ejemplo, en casa de Natalia de Molina, su hermana comenzó a celebrar su supuesto Goya a Mejor Actriz de Reparto, pero la ganadora no había sido ella, sino Nathalie Poza.
No obstante, estas imágenes se contraponían con las vividas en el Teatro, en el que solo se escuchaba silencio y solemnidad.
El Goya a la Mejor Película
La Academia del Cine también quiso reconocer la inmensa labor de los sanitarios en un año tan complejo. Por eso, el Goya a la Mejor Película del Año para "Las niñas" lo entregó la enfermera Ana María Ruiz, “en representación de todos los sanitarios y sanitarias que han cuidado de todos y todas durante este durísimo año”, explicaron desde Twitter.
En general, a pesar de la bajada en audiencia, fue una ceremonia que gustó a los que la siguieron y que conmovió, tanto por la cercanía de los nominados como por reflejar la realidad que todos hemos estado viviendo durante casi un año.