Según Edelman, la gestión de la innovación es un nuevo punto de confianza en empresas e instituciones

  • La consultora de comunicación ha compartido los resultados del informe “Trust Barometer 2024”
  • Las empresas permanecen como el agente que más confianza despierta en la sociedad
Ilustración colorida de una bombilla

Una vez más, las empresas se mantienen como los agentes económicos y sociales que más confianza despiertan entre los usuarios. Así lo apunta la nueva edición del “Trust Barometer” de Edelman que, en esta ocasión, al deterioro de la autoridad suma también las preocupaciones que el desarrollo tecnológico están despertando entre las personas. Y es que gran parte de la población considera que la innovación está siendo mal gestionada y no está generando beneficios reales, dando a lugar a una brecha entre esta y la sociedad. 

El informe revela una brecha entre la innovación y la sociedad

Es la conclusión a la que llega la consultora de comunicación y relaciones públicas tras recoger, mediante encuesta online realizada entre el 3 y el 22 de noviembre de 2023, las opiniones de más 32.000 individuos en 28 países. Esta supone la 24 publicación de este informe anual, que recoge la percepción de los usuarios respecto a los negocios, medios de comunicación, gobierno y organizaciones no gubernamentales. 

Además de las reticencias surgidas en torno a la innovación, el análisis destaca un vuelco en los países que tradicionalmente han ostentado autoridad. Los países en vías de desarrollo son los que ahora presentan mayores índices de confianza, con China, India o Emiratos Árabes Unidos a la cabeza. Mientras que Argentina, Japón y Reino Unido son los que obtienen un índice de confianza menor. 

En lo que respecta a los agentes, las compañías vuelven a ser percibidas como las más éticas y competentes; seguidas de las ONGs que se entienden como las entidades más éticas. Por contra, los medios se perciben como menos competentes y menos éticos, aunque por delante de los gobiernos, que son la institución en la que menos se confía. 

Sin embargo, a nivel individual, ninguno de esos agentes generan confianza. Es decir, el 64% de los individuos encuestados consideran que los periodistas intentan deliberadamente engañar a la gente diciendo cosas que son exageradas o que saben que son falsas. El porcentaje desciende ligeramente para los líderes gubernamentales (63%) y para los líderes empresariales (61%). 

En este sentido, la confianza se ha dispersado, al menos en lo que respecta a nuevas innovaciones y tecnologías. Para ello, el 74% confían en los científicos y en personas iguales a ellos mismos; mientras que solo el 45% confían en los líderes gubernamentales en esta materia. Los negocios (59%) son en los que más se confía de cara a la introducción de innovaciones en la sociedad. 

En cuanto a las grandes preocupaciones de las personas, las vinculadas a lo económico persisten. Así, la pérdida de trabajo se mantiene a la cabeza (88%), seguido de la inflación (73%). No obstante, las relacionadas con miedos sociales existenciales crecen. El cambio climático (76%) y los hackers (75%) despuntan. 

La innovación en jaque

Una de las principales razones por las que se percibe un incremento de la desconfianza hacia la innovación y el desarrollo tecnológico es la consideración de que los gobiernos no están realizando una adecuada regulación. El 59% de los encuestados consideran que los reguladores carecen de una correcta comprensión de las tecnologías emergentes para regularlas de manera eficiente. 

A esto se suma que el 53% consideran que la ciencia se ha convertido en un tema politizado -China y Estados Unido despuntan en este terreno-; mientras que el 59% opinan que los gobiernos y las organizaciones que financian la investigación en este terreno tienen demasiado influencia en como se desarrolla la ciencia. 

Además, cuando las instituciones no manejan bien la innovación, crece el rechazo y se reduce el entusiasmo hacia las tecnologías, al tiempo que aumenta la sensación de injusticia social y el cuestionamiento del sistema capitalista. 

Esto lleva a los encuestados a señalar que los científicos (77%) y los expertos técnicos (74%) deberían ser quienes lideren la introducción de las innovaciones y no los CEOs (60%) o los gobernantes (60%). Sin embargo, el 45% consideran que los científicos no saben cómo comunicarse con personas como ellos, lo que les lleva a busca entendimiento en otras fuentes, siendo las búsquedas online (59%) en las que más se confía, por encima de las redes sociales y los medios nacionales. 

El informe de Edelman refleja, a este respecto, una demanda de la colaboración público-privada. El 60% de los individuos aseguran que si las empresas y los gobiernos cooperasen, confiarían más en los cambios impulsados tecnológicamente. En esta línea, el 62% comparten que esperan que los CEOs de las empresas manejen los cambios que están teniendo lugar en la sociedad, y no solo aquellos relacionados con sus negocios. Las habilidades laborales del futuro (82%), los usos éticos de la tecnología (79%) y el impacto de la automatización en los puestos de trabajo son algunos de los temas de los que los empleados quieren que los CEOs hablen.

Restaurar la confianza en la innovación

Ante el incremento de la desconfianza hacia los recientes desarrollos tecnológicos, el informe de Edelman incluye unas claves para que las empresas naveguen de manera positiva el contexto actual, teniendo en consideración los hallazgos de las encuestas: 

  • La implementación es tan importante como la innovación: con tecnologías emergentes, como la IA o la energía renovable, resulta tan fundamental explicar la ciencia como manejar su impacto.
  • Las empresas deben colaborar para un cambio efectivo: las compañías son los agentes en los que más se confía para introducir la innovación en la sociedad, especialmente en colaboración con las autoridades.
  • La ciencia ha de integrarse en la sociedad: para generar confianza en los expertos, estos deben explicar las investigaciones, dialogar con la sociedad y ayudarse de embajadores cotidianos
  • Otorgar control a los usuarios: cuando la gente siente que tiene control sobre la manera en que la innovación impacta en sus vidas, más proclives se muestran a adoptarla y no resistirse a ella. Por ello, es esencial escucharlos y estar abierto a sugerencias.

Más info.: Edelman Trust Barometer 2024