¿Las apetecibles fresas de ese spot? Adornadas con pintauñas. ¿El atractivo queso fundido de la pizza en aquel anuncio? Una mezcla de cola y queso. ¿El magnético brillo del pollo asado en esa gráfica? Jabón líquido. Muchas de las cosas que vemos en la comunicación comercial de las marcas de comida no son, en realidad, comida. Salvo el kétchup. El kétchup sí es kétchup. O eso dice Heinz. 

La marca la campaña digital “Unfakeable” de la mano de la agencia creativa Rethink, como una ampliación de su plataforma de comunicación “Irrational Love”, con la que está reflejando el amor que los fans tienen por la marca. Así, a través de piezas que ha difundido en TikTok e Instagram ha trasladado el mensaje de la autenticidad de su producto. 

Para ello ha contado con estilistas de comida, esto es, profesionales especializados en mostrar alimentos en producciones audiovisuales para resaltar su atractivo visual. En los vídeos de Heinz, estos comparten los trucos que utilizan para hacer que la comida resulte más llamativa y apetecible, trucos que, en la mayoría de los casos, hacen que finalmente los productos sean imposibles de comer. 

Los estilistas, presumiblemente desconocedores del objetivo de la sesión, diseñaron varios artículos, desde sándwiches hasta pizza, escenificando cada ingrediente para lograr una apariencia determinada. En cambio, al ser preguntados sobre qué utilizan para emular el kétchup, señalan que el propio kétchup. De esta forma, la marca destaca que ni la calidad ni la consistencia de su producto son imitables y evidencia que hasta los estilistas de alimentos, sienten un amor irracional por el kétchup Heinz.

"Queríamos poner a prueba nuestro ketchup", ha comentado Lizzy Goodman, Directora de Comunicación de Marca de Heinz, según recoge Muse by Clio. “Los estilistas no sabían que se trataba de un comercial de Heinz y, sin embargo, a diferencia de los otros ingredientes en el set que fueron manipulados para lograr una determinada apariencia, el ketchup de Heinz permaneció intacto: se usó directamente del frasco”.

La marca se sumerge así en la tendencia del “food styling” que en redes sociales acumula miles de reproducciones y cientos de creadores de contenido que comparten en sus vídeos sus respectivos trucos para hacer ver la comida apetitosa.