La historia de la protagonista de un videojuego que decide abandonar la parafernalia de guerrera sexualizada con que se atavía para actuar y mostrar un aspecto más sencillo y auténtico constituye el nuevo episodio de “Real Virtual Beauty” (“Belleza Virtual Real”), la campaña que Dove puso en marcha el año pasado para promover una mayor representatividad de las mujeres reales en los personajes femeninos de los videojuegos. La creatividad es de Lola MullenLowe.

La campaña es una extensión de “Real Beauty” la famosa plataforma publicitaria de Dove lanzada hace más de veinte años y que sigue guiando la comunicación de la marca de Unilever. 
“Real Virtual Beauty” cuenta con el apoyo del equipo educativo de Unreal Engine, la herramienta de creación 3D de la compañía de videojuegos Epic Games, y de la organización británica Women in Games, dedicada a fomentar la presencia de las mujeres en el sector del gaming y a proteger sus intereses dentro del mismo

La nueva campaña cuenta, a través de un spot, la historia de un personaje femenino de un videojuego que, una vez que ha derrotado a una criatura monstruosa, se dirige por un momento a su camerino. Allí la vemos despojarse las vistosas y ajustadas prendas que llevaba en el juego, con las que no parece sentirse muy a gusto. Pasado, su tiempo de descanso y cuando una el timbre que la llama de nuevo al juego, decide acudir a con un aspecto mucho más natural.

La historia que cuenta el vídeo se basa, según un comunicado de la agencia, en la historia de Cinthia, una de las cuatro protagonistas de la campaña de lanzamiento que fueron convertidas en personajes descargables que están disponibles gratuitamente para desarrolladores. Estos personajes son parte de #Showus, un banco de imágenes propiedad de Getty Images y Dove. La campaña usa algunos de ellos para piezas gráficas que complementan el spot. 

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La comunicación de Dove en torno a la representación femenina en los videojuegos se basa en un estudio realizado por la marca y Women Games según el cual el 60% de las chicas jóvenes y el 62% de las mujeres adultas no se sienten bien representadas en los juegos, y más de un tercio de las chicas ven afectada su autoestima por la falta de diversidad en los personajes. Además, al 74% de las consultadas les gustaría que los videojuegos fueran más inclusivos.