Ya hemos visto anuncios de marcas hechos con herramientas de inteligencia artificial. Pero lo que acaba de presentar la agencia Monks para Puma destaca especialmente por tratarse de un anuncio producido de forma totalmente autónoma por la IA, que combina el estilo certero de la marca de zapatillas con un montaje de ritmo intenso.
El spot de 30" es un ejercicio creativo con el que Monks quiere demostrar el potencial del acuerdo al que ha llegado con la compañía tecnológica Nvidia. En este caso, el metraje ha corrido a cargo de agentes de IA, lo que se considera ya como una evolución técnica de la IA generativa. Y es que, en lugar de mediar un chatbot con procesamiento de lenguaje natural, estos agentes operan de forma independiente.
Gracias a ello, la agencia pudo tener listo el anuncio de Puma en tan solo cinco semanas. Lo que supone, de acuerdo a lo expresado en un comunicado, una velocidad de trabajo 2,8 veces más rápida de lo normal. El resultado, que ya es público, presenta algunos errores visibles típicos de la IA, pero la agencia aclara que seguirá trabajando en él durante las próximas semanas antes de que Puma lo presente como propio.
“En el panorama actual, una estructura sencilla nos permite ofrecer resultados con una velocidad y una profundidad que las empresas y redes tradicionales no suelen poder igualar, estableciendo un nuevo estándar para la industria", explica Michael Dobell, Vicepresidente Ejecutivo de Innovación en Monks.
Para crear el anuncio, la agencia integró su herramienta de IA, Monks.Flow, con la plataforma Nvidia Omniverse y la colección de microservicios Nvidia Nim. A partir de ahí, se organizaron los agentes de IA en las diferentes partes del proceso publicitario: conceptualización creativa de ideas, selección de insights asociados a la audiencia de la campaña, redacción del guión y producción del vídeo. Todo ello limitando la supervisión humana a la curación de contenidos inicial, sin mediar en la creación.
La unión entre Monks y Nvidia, por otro lado, resultará además en la creación de un ente consultor, Monks Agentic Advisory, así como un grupo de trabajo de 150 ingenieros llamado Monks Foundry. Este último abrirá una nueva línea de negocio para la agencia con la que busca seguir explorando las posibilidades creativas y productivas de la IA para futuras marcas.
Puma abraza la inteligencia artificial
Este no es el primer paso que da la marca deportiva hacia la inteligencia artificial. En el último año, Puma ha integrado esta tecnología en sus diferentes estrategias de comunicación y marketing. Hace unos meses presentaban a Laila Khadraa, su nueva embajadora de marca generada por IA para la filial en Marruecos.
A esta joven marroquí de 21 años, creada por Loop Labs, se la puede ver en multitud de publicaciones de Puma en Instagram, bajo una integración natural con los productos deportivos de la marca. Se trata de un ejercicio similar al ya visto con otras influencers virtuales como es el caso Alba Renai, ideada por Be a Lion.
Puma, además, está empleando la inteligencia artificial en el desarrollo de productos. Este mismo 2025 han presentado las nuevas Puma Inverse, unas zapatillas inspiradas en las emblemáticas Puma Inhale de principios de siglo, y diseñadas con IA. En este caso, la tecnología solo se aplica a la conceptualización de la idea, y no a la producción. De forma similar a lo logrado por Nike con las Nike A.I.R meses atrás.
La inteligencia artificial también llega hasta el e-commerce de la marca. Puma está migrando toda su plataforma de comercio electrónico a Google Cloud para disponer de esta tecnología en todas las fases del funnel. Dispondrá así de fichas de producto curadas, un asistente de compra autónomo, probadores digitales de ropa, y hasta programas de fidelización asistidos.
Por otro lado, Puma está integrando la IA en sus propios patrocinios. El año pasado, la marca lanzó un concurso por el que animaba a los seguidores del Manchester City a diseñar su camiseta para la temporada 2026-2027. Para ello cuentan con Puma AI Creator, una plataforma desarrollada por Deep Objects e impulsada por el estudio creativo FTR.
Todos estos avances tecnológicos abren nuevas posibilidades creativas y productivas para las marcas y las agencias, aunque también suscitan un debate ético, latente en este momento en la industria publicitaria en torno al uso que se le va a dar a la Inteligencia Artificial.