La invasión de Rusia a Ucrania tiene numerosos frentes abiertos sobre el terreno, pero también en las fronteras económicas y sociales. Y es que el movimiento bélico de Vladímir Putin ha desencadenado una reacción en cadena de decisiones enfocadas a aislar y asfixiar la economía rusa en un intento de disuadir y detener el conflicto armado. De las sanciones impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos al éxodo empresarial por parte de compañías destacadas a nivel mundial, parece haberse creado un frente común para poner fin a la agresión militar.
Decenas de compañías a nivel mundial han tomado medidas para desvincularse de Rusia tras la invasión
Ya sea con la intención de salvaguardar la reputación y la imagen corporativa, o a tenor de las crecientes dificultades para operar y desarrollar su actividad, o por la imposibilidad de garantizar las transacciones, decenas de marcas y organizaciones globales han puesto fin a sus relaciones comerciales con Rusia. Desde el cese de la oferta de servicios de infraestructuras, hasta la cancelación de procesos de fabricación y comercialización, pasando por el bloqueo de compañías rusas en plataformas y redes sociales.
Numerosas empresas de diversos sectores han tomado posiciones en el conflicto y han tomado medidas para desvincularse o minimizar su relación con la nación atacante. Estas son algunas de las acciones que han puesto en marcha las compañías:
Industria energética
La petrolera BP dio a conocer el domingo que saldrá del accionariado de Rosnelft, compañía petrolera propiedad del gobierno ruso, en la que poseía una participación del 19,75% desde el año 2013. Además, el CEO de BP, Bernard Looney, ha renunciado, con carácter inmediato, a su presencia en la junta de la firma rusa. Todo ello como respuesta a lo que consideran “un acto de agresión que está teniendo consecuencias trágicas en toda la región”.
En esta línea, Shell anunció el lunes 28 de febrero su intención de salir de las joint ventures con Gazprom y entidades relacionadas, así como su voluntad de poner fin a su participación del 27,5% en la instalación de gas natural licuado Sakhalin-II y la del del 50%en Salym Petroleum Development y la empresa de energía Gydan. “Estamos conmocionados por la pérdida de vidas en Ucrania, que deploramos, como resultado de un acto de agresión militar sin sentido que amenaza la seguridad europea”, señaló el CEO de la compañía, Ben van Beurden.
A estas iniciativas se ha sumado también Equinor, la energética noruega que fue una de las primeras en comenzar a operar en Rusia tras la caída de la URSS. Así, ha decidido dejar de invertir en sus negocios en el país y salir de las joint ventures que allí mantiene. Por su parte, la francesa TottalEnergies ha anunciado que congela sus inversiones en Rusia, pero no ha formalizado una retirada.
Por su parte, la portuguesa Galp ha anunciado la suspensión de cualquier nueva compra de productos petrolíferos procedentes de Rusia o de empresas rusas. “Aunque Galp no participa en joint ventures con ninguna empresa rusa, está en proceso de eliminar la exposición directa o indirecta a productos derivados del petróleo de Rusia o de empresas rusas en los contratos existente”, ha señalado la compañía en un comunicado.
Sector automovilístico
La industria del automovilismo ha optado por detener la fabricación de sus vehículos en plantas rusas o cesar la comercialización de sus productos en el país. Daimler Trucks y Volvo, dos de los fabricantes de camiones vehículos comerciales más grandes del mundo, han dado a conocer que detendrán su actividad comercial en Rusia hasta nuevo aviso.
Otras firmas, como General Motors, Volkswagen, Harley-Davidson, Jaguar, Land Rover o Porsche suspenderán sus exportaciones y, por tanto, dejarán de enviar sus vehículos a Rusia. Además, algunas han impulsado la donación de fondos por parte de sus marcas y líneas de negocio para ayudar a paliar los efectos del conflicto en el pueblo ucraniano.
Transporte y movilidad
La industria de la aviación se ha visto afectada por las medidas impuestas por la Unión Europea para frenar el avance ruso. En un nuevo conjunto de acciones notificadas el lunes 28 de febrero, los Estados miembros han acordado “denegar el permiso para aterrizar en sus territorios, despegar desde ellos o sobrevolarlos a toda aeronave operada por compañías aéreas rusas, incluidas las compañías comercializadoras, a toda aeronave matriculada en Rusia o a toda aeronave no matriculada en Rusia que pertenezca a una persona física o jurídica rusa, sea fletada por esta o esté de otro modo bajo su control”, tal y como ha comunicado la organización internacional.
No obstante, algunas compañías ya habían anunciado la suspensión de su actividad en Rusia. Dos días antes del nuevo paquete de medidas, Lufthansa anunciaba que no utilizaría el espacio aéreo ruso y que suspendería sus vuelos al país. Lo mismo ha sucedido en el caso de Air France, que suspendió su servicio a Rusia el 27 de febrero, así como el sobrevuelo el espacio aéreo hasta nuevo aviso.
Por su parte, el conglomerado danés Maersk anunció ayer la cancelación temporal del transporte marítimo, aéreo y ferroviario intercontinental hacia y desde Rusia, con la excepción de alimentos, suministros sanitarios y humanitarios. La compañía, que asegura estar viéndose afectada por las sanciones, subraya que se trata de una suspensión que afectará a todos los puertos de entrada rusos. La suiza MSC, la singapurense Ocean Network Express y la alemana Hapag Lloyd han enmprendido similares acciones.
Sectores financiero y bancario
Entre las distintas sanciones económicas impulsadas por la Unión Europea se encuentra la expulsión de algunos bancos rusos del sistema Switf o la prohibición de realizar transacciones con el Banco Central de Rusia o con cualquier persona jurídica, entidad u organismo que actúe en nombre o bajo la dirección del Banco Central de Rusia.
Visa y Mastercard han bloqueado a varias instituciones financieras rusas de sus redes de pago
Por todo ello, Visa y Mastercard han bloqueado a varias instituciones financieras rusas de sus redes de pago. Ambas compañías se han comprometido a cumplir con las medidas establecidas y tomarán las medidas para evitar las transacciones de las personas e instituciones penalizadas. Además, las dos firmas han asegurado la donación de 2 millones de euros cada una destinados a proporcionar ayuda humanitaria a Ucrania. Mastercard entregará estos recursos a Cruz Roja, Save the Children y un fondo de asistencia para empleados; mientras que Visa los otorgará al Fondo de Estados Unidos para Unicef.
De hecho, horas después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenseki, pidiera a las congresistas de Estados Unidos que presionaran para que Visa y Mastercard cortaran con Rusia, ambas compañías han anunciado en la noche del sábado 5 de marzo que así lo harán. Ni las tarjetas emitidas por bancos rusos serán compatibles con las redes de Visa y Mastercard, ni las tarjetas de ambas plataformas de pago emitidas fuera del país funcionará en comercios o cajeros automáticos rusos. Un movimiento similar es el que se ha hecho desde American Express.
“No tomamos esta decisión a la ligera”, señala el comunicado hecho público por Mastercard. Su dirección añade que se ha determinado la medida "después de conversaciones con clientes, socios y gobiernos".
“Nos vemos obligados a actuar tras la invasión no provocada de Rusia a Ucrania y los eventos inaceptables que hemos presenciado", señaa el Presidente y Director Ejecutivo de Visa, Al Kelly, por su parte. "Esta guerra y la amenaza constante a la paz y la estabilidad exigen que respondamos de acuerdo con nuestros valores”.
Plataformas digitales y redes sociales
Las redes sociales y las plataformas digitales están desempeñando un papel fundamental en la transmisión de información durante el conflicto. La principales firmas de este sector han tomado medidas enfocadas a dificultar y restringir la actividad comunicativa e informativa del gobierno ruso, así como de algunos medios estrechamente vinculados a la esfera de Vladímir Putin.
En este sentido, además de restringir el acceso y la monetización de contenidos de Rusia Today y Sputnik en sus plataformas a nivel global, Meta está degradando su contenido en las páginas de Facebook y en las cuentas de Instagram de los medios controlados por el estado ruso para que sean más difíciles de encontrar. También llevará a cabo el etiquetado de enlaces a esos medios para informar a los usuarios; y ha impulsado medidas de protección en torno a los perfiles de usuarios ucranianos, tal y como informó Nathaniel Gleicher, Head of Security Policy de Meta, a través de Twitter.
Una medida similar es la que ha impulsado YouTube, plataforma de intercambio de video propiedad de Google. La compañía ha iniciado el geobloqueo de los canales relacionados con Rusia Today y Sputnik en toda Europa con efecto inmediato, tal y como compartió la multinacional tecnológica el 1 de marzo a través de la red de microblogging. La propia Twitter y TikTok han tomado medidas similares en este sentido.
TikTok, por ejemplo, no permite ni realizar emisiones en directo ni subir nuevos contenidos en Rusia ante la nueva ley aprobada en el país que prevé penas de hasta 15 años de cárcel por difundir lo que las autoridades de Moscú puedan considerar "información falsa" en relación con la guerra en Ucrania.
Por su parte, Spotify ha cerrado su oficina en Rusia de forma indefinida como respuesta a lo que considera un “ataque sin provocación a Ucrania”. Desde el pasado mes de julio, el gobierno de Vladímir Putin obliga a compañías tecnológicas con más de 500.000 usuarios diarios a abrir oficinas locales o someterse a restricciones severas. Además, la plataforma de audio en streaming ha eliminado el contenido de los medios Rusia Today y Sputnik de todos los mercados en los que opera, excepto la propia Rusia.
Suspensión cultural
La condena de la invasión rusa a Ucrania permea incluso en la industria cultural. y es que algunos gigantes del sector audiovisual han optado por poner en marcha iniciativas al respecto. The Walt Disney Company, por ejemplo, ha decidido pausar el estreno de películas cinematográficas en Rusia, incluida la próxima “Turning Red”, de Pixar; y ha asegurado que tomará futuras decisiones comerciales en función de la evolución de la situación y que se encuentra trabajando con sus ONG colaboradoras para prestar ayuda humanitaria.
El movimiento sigue la media tomada por Warner Bros de cancelar el estreno de la esperada “The Batman” en Rusia, y acompaña a la pausa que Sony Pictures Entertainment está aplicando también a sus estrenos cinematográficos, como “Morbius”.
Asimismo, según ha dado a conocer Variety, Netflix paralizará toda su actividad de producción y adquisición de contenidos en Rusia, donde tenía en marcha cuatro proyectos originales en ruso, como la serie 'Anna K', basada en la novela 'Anna Karenina'; o 'Zato', acerca de la caída de la Unión Soviética. Además, el lunes compartió que no cumpliría con la nueva normativa audiovisual rusa, que obligaría a la plataforma a incluir contenidos de canales afiliados al Kremlin en su catálogo para poder operar en el país.
Iniciativas de otras grandes marcas
Apple ha sido una de las grandes compañías que se ha sumado al movimiento de limitar la presencia y actividad de Rusia en sus espacios y plataformas. Tal y como dio a conocer el 1 de marzo, la compañía liderada por Tim Cook ha detenido las ventas de sus productos en el país como respuesta a la invasión de Ucrania. Además, ha limitado servicios como el de Apple Pay y ha hecho que las aplicaciones de Rusia Today y Sputnik no estén disponibles para descarga fuera de Rusia.
Nike, Asos, H&M y Mango son algunas de las compañías de moda que han cerrado sus tiendas en Rusia
Por su parte, la firma de ropa deportiva Nike ha deshabilitado temporalmente la posibilidad de comprar sus productos en Rusia a través de su página web y su aplicación. Asegura, según informa Reuters, que no puede garantizar la entrega de productos a los clientes del país. Una situación similar es la que ha llevado a Asos a suspender sus actividades en Rusia. Al inicio de la invasión, la marca de moda suspendió las ventas de sus productos en Ucrania ante la imposibilidad de continuar atendiendo a sus clientes, y recientemente ha tomado la decisión de suspender también sus ventas en Rusia.
Un día después de la decisión de H&M, la española Mango ha optado por cesar temporalmente sus operaciones en Rusia, así como cerrar todas sus tiendas y su ecommerce, y frenar el envío de productos al país, según informa Europa Press. La firma cuenta con 120 tiendas en Rusia, de las cuales 65 son franquicias. Estas podrán continuar operando y distribuyendo prendas en función de su disponibilidad de stock. Mango también hará una donación de 100.000 euros al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
En esta misma línea, la cadena sueca de muebles Ikea ha anunciado hoy jueves 3 de marzo la suspensión temporal de sus actividades en Rusia y Bielorrusia por la invasión de Ucrania. "La guerra ya está teniendo un impacto humano enorme. Y también está provocando alteraciones serias en la cadena de suministro y en las condiciones para comerciar. Por todas esas razones, los grupos de la compañía han decidido suspender temporalmente sus operaciones en Rusia y Bielorrusia", ha comentado en un comunicado. Según ha calculado, la decisión tendrá un impacto directo sobre 15.000 trabajadores en esos dos países.
Tal y como recoge EFE, el fabricante de juguetes Lego ha suspendido temporalmente el envío de productos a Rusia "debido al efecto de las sanciones y al ambiente impredecible para operar", tal y como la firma ha compartido con medios daneses. La compañía cuenta con 81 tiendas en el país.
Por su parte, Inditex ha seguido los pasos de las anteriores y, finalmente, ha suspendido “de manera temporal” -tal y como ha indicado el grupo de Amancio Ortega- su actividad en Rusia. “Suspendemos temporalmente la actividad en las 502 tiendas -de las cuales, 86 son de Zara- y en el canal online del país”. Así, el sábado 5 de marzo fue el último día de atención al público.
Y Tendam, que cuenta con las marcas Cortefiel, Pedro del Hierro, Springfield, Women’secret, Hoss Intropia, High Spirits, Slowlove y Fifty, ha decidido suspender también temporalmente sus operaciones en Rusia y cerrar sus 50 tiendas, con cerca de 400 empleados, según ha anunciado la firma.