Político, militar, económico, y también mediático. La invasión de Ucrania por parte de Rusia tiene, como muchos de los conflictos bélicos recientes, un frente informativo. En la era de lo digital, las plataformas y redes sociales está siendo testigo del despliegue de las tropas rusas, los bombardeos, las huidas de los ucranianos o los refugios improvisados en lo que supone la mayor crisis europea de este siglo. 

Twitter e Instagram ya habían sido soporte anteriormente de la información, y la desinformación, ofrecida por medios de comunicación y ciudadanos particulares en otros conflictos internacionales como la Primavera Árabe, la tensión entre Israel y Palestina, o el regreso al poder de los talibanes el año pasado. Sin embargo, plataformas de reciente consolidación, como TikTok o Twitch, están ahora jugando un papel determinante en el seguimiento mediático de la invasión. 

Antes del estallido de violencia que tuvo lugar en la noche del 24 de febrero, la aplicación de ByteDance ya mostraba la presencia de soldados rusos en la frontera. Distintos vídeos mostraban los tanques del ejército de Vladimir Putin desplegados en las cercanías de Ucrania. 

Junto a los corresponsales de televisión, radio y prensa que retransmiten la evolución del conflicto desde el terreno, los usuarios de las redes están dejando ver cómo están viviendo la situación en primera persona. El usuario cristiandascalu93, de origen rumano, ha estado narrando su huida de Ucrania hacia su país de origen a través de su perfil en TikTok. Algunos de los videos que ha publicado en las últimas horas superan 1,5 millones de visualizaciones. 

Por su parte, algunos usuarios de Twitch están retransmitiendo en directo la situación, compartiendo sus impresiones de lo que está sucediendo, reaccionando a las distintas noticias de última hora y analizando el conflicto. No obstante, la plataforma propiedad de Amazon también está capturando en directo momentos de temor y pánico ante los ataques rusos. En una retransmisión, la usuaria katymentooll se ponía a cubierto tras escuchar unas explosiones. 

También se han hecho virales otros videos de Twitch en los que los streamers han tenido que interrumpir sus retransmisiones atemorizados por el ruido de los aviones sobrevolando sus hogares, o en los que se despiden entristecidos de sus compañeros de partidas al verse obligados a abandonar sus casas en busca de lugares seguros. 

Asimismo, la situación que vive Ucrania está acaparando la atención de miles de streamers en todo el mundo que, en la sección Charlando de la plataforma, están llevando a cabo transmisiones en directo o análisis del conflicto. Un video reciente del popular caster HasanAbi, que comenzó a publicar sobre la invasión el miércoles por la noche, acumula ya más de 1,7 millones de visitas. 

La rápida escalada bélica ha podido contemplarse, por ejemplo, en el perfil de Instagram de Sofia Stuzhuk, una influencer en Ucrania con 5,5 millones de seguidores. Sus stories han pasado de reflejar el día a día con su hija a mostrar los bombardeos, el sonido de las sirenas y alarmas, o el discurso del Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, sobre la invasión. 

Lo mismo ha sucedido en el perfil de la bloguera ucraniana de moda Tanya Perfileva, con 1,7 millones de seguidores en Instagram. En su feed puede verse cómo hace tan solo un día publicaba una fotografía junto a su pareja en la que promocionaba una marca de dulces. Apenas unas horas más tarde, mostraba su dolor por el conflicto bélico. 

La influencer, que de momento ha optado por permanecer en su casa, está compartiendo contenido a través de sus Stories. En ellos explica a sus seguidores que ha preparado equipaje de emergencia, incluyendo pasaportes, dinero, o un encendedor y un cuchillo. Además, está compartiendo imágenes de las protestas en Rusia y otras regiones de Europa en contra de la guerra. 

Uno de los videos que más virales se han vuelto en las últimas horas es el de la conexión en directo realizada por el corresponsal de CNN en Kiev, Matthew Chance. En él puede verse cómo, en plena conversación con el presentador del espacio, es testigo de los primeros bombardeos. Sin abandonar el directo, procede a colocarse el equipamiento de seguridad que le identifica oficialmente como prensa. 

Telegram, por su parte, está siendo otro de los espacios digitales en los que la información sobre el conflicto se transmite al minuto no solo por parte de la prensa y los corresponsales, sino también de los líderes políticos, como es el caso del Consejero del Presidente de Ucrania, Oleksiy Arestovich, que ofrece partes de la situación a través de su canal. 

Ucrania Online, por ejemplo, es un canal que cuenta con 3.060 suscriptores y en el que se puede acceder a material de primera mano sobre la invasión: vídeos, fotografías y datos en tiempo real son accesibles para cualquier usuario que decida entrar a informarse. 

Caldo de cultivo para las Fake News

A lo largo de las últimas horas, sin embargo, también se ha disparado el contenido falso o ilegítimo. Cientos de cuentas, ya sea de manera consciente o inconsciente, y por parte tanto de usuarios ucranianos como rusos, están compartiendo videos e imágenes que no corresponden con el conflicto actual. Muchos de ellos pertenecen a anteriores ataques entre ambas naciones. 

Los fraudes también se están multiplicando. Algunos usuarios en TikTok e Instagram están reciclando y utilizando material audiovisual extraído de otras cuentas para aparentar que se encuentran sobre el terreno y recaudar donaciones fraudulentas por parte de los seguidores. Tal y como ha informado CNBC, el video al que alude el tuit anterior corresponde a una maniobra de prácticas militares realizada en 2016. 

La situación demuestra, una vez más, el problema de desinformación y fake news que atraviesa la sociedad. La democratización del acceso a internet y las redes sociales, así como la facilidad de editar material audiovisual compromete la legitimidad de la información, muchas veces a merced de intereses políticos y económicos. Del mismo modo, pone en evidencia la necesidad de las redes sociales y plataformas, así como la de los creadores de contenido e influencers, de optimizar sus estrategias para proporcionar contenido veraz.