Uno en plena vorágine horas antes del único concierto que The Rolling Stones ofrecen en España como parte de su tour “Sixty”. Otro sumido en la pre-producción de “Campeones 2”, la secuela de la cinta ganadora del Goya a Mejor Película en 2019. Joe Pérez-Orive y Álvaro Longoria predican con el ejemplo y el sexto episodio de Los Prismas de la Creatividad les encuentra, por un lado creando y, por otro, asumiendo riesgos. Porque la música en directo y el cine son, precisamente, dos de las industrias que más han sufrido los efectos de la pandemia y las transformaciones sociales y tecnológicas recientes. 

Pese a todo, ambos son dos profesionales que no conciben ni su trabajo ni su vida sin la creatividad y, por ello, procuran aplicarla en todo lo que hacen. Así lo compartieron el promotor de conciertos y especialista en marketing y el productor cinematográfico en la conversación que mantuvieron con Javier Guadiana, CEO & Founder de Reason.Why, en el marco de una nueva entrega del programa streaming impulsado por Manifiesto. La primera temporada de este espacio ha ofrecido conversaciones inspiradoras sobre creatividad con profesionales de máxima referencia en diversas esferas de conocimiento.

Así, DJ Nano ha compartido su pasión por el proceso creativo; el chef Paco Roncero ha reflexionado sobre la importancia de la colaboración. Además, la ex jugadora de baloncesto Amaia Valdemoro ha animado a encontrar la inspiración en el rival y la comunicadora Raquel Sánchez Silva ha invitado a no dejarse intimidar por el folio en blanco. Y más recientemente, la nadadora olímpica Ona Carbonell y el cantante y actor Pablo Carbonell propusieron el error como fuente de inspiración para el trabajo. 

A este robusto conjunto de lecciones y aprendizajes se unen también los dejados por Álvaro Longoria, Fundador de Morena Films, y Joe Pérez-Orive, Head of Marketing de Live Nation Entertainment. El primero entiende la creatividad como “la esencia del ser humano, un impulso que nos ha llevado a algunos a intentar hacer las cosas de una manera diferente. Un deseo de cambiar todo el rato” que ha desembocado en el progreso de la humanidad. Una visión que comparte también el segundo, quien considera la creatividad como esa vía para “hacer las cosas diferentes” y de “arriesgarse a hacerlas de una manera que muchas veces no hacemos”. 

Sin embargo, en sus conceptos de la creatividad el miedo aparece como elemento limitante y creador de barreras. Desde su experiencia Pérez-Orive asegura haber encontrado limitaciones en la necesidad de los clientes de adecuarse a las tendencias actuales de la sociedad, el mercado o el consumo; mientras que Longoria apunta a los algoritmos como factores cada vez más determinantes en los resultados de la creatividad. “El algoritmo básicamente es una máquina que coge todo lo que ha funcionado en el pasado, y busca que lo nuevo se parezca a eso. Eso va totalmente en contra de la creatividad”, señaló el productor. “Por eso ahora vemos tantos remakes y precuelas en el cine y la televisión, tantas historias que ya hemos visto”. 

A este respecto, el promotor musical critica que en la esfera cultural, al igual que podría suceder en el sector publicitario, se estén llevando al extremo los dictámenes de las máquinas. “El algoritmo nos está convirtiendo en absolutos analfabetos, y está haciendo de las artes en una especie de decoración. Están ahí, de fondo, pero no nos metemos demasiado en ellas”, comentó aludiendo, por ejemplo, al método de recomendación de visionado de Netflix o las compilaciones musicales en forma de lista que elabora Spotify. 

La necesidad de asumir riesgos

Como en programas anteriores, los sextos invitados de Los Prismas de la Creatividad también a compartieron su visión sobre el folio en blanco y sus armas para enfrentarse a él en sus procesos creativos. El miedo aparece, de nuevo, en este terreno, aunque para Pérez-Orive, asociado a la formación. “Las artes están olvidadas en la educación. No hemos dado la opción de que la gente tenga cierto gusto por algo, lo que ha hecho que decrezcamos en creatividad y busquemos siempre un público masivo. El bloqueo se produce por el miedo a arriesgarse”, afirmó el promotor. “Ahora todo lo que no sea masivo es muy de nicho, te tildan de raro, y eso pesa mucho a la hora de enfrentarse a una nueva creación”. 

En este sentido, ambos profesionales aseguran que es necesario arriesgarse más, porque el riesgo implica curiosidad que, a su vez, implica atención y puede llegar a ser sinónimo de éxito. Para ello consideran fundamental mantener la mente abierta y tener predisposición a escuchar todo tipo de inputs. “En la creatividad el riesgo es fundamental. Si no tomas ningún riesgo, no podrás ser creativo y acabarás repitiéndote todo el tiempo”, señaló el fundador de Morena Films. 

Asumir esos riesgos para poner en valor la creatividad requiere de la defensa a ultranza de una buena idea que, por su lado, necesita de trabajo y de la búsqueda constante de inspiración. En el caso de Joe Pérez-Orive esa inspiración se encuentra en la música, la cual entiende como su forma particular de terapia. “Me doy un paseo, me pongo un disco y por un momento abandono los problemas y mi cabeza empieza a funcionar", aseguró el Head of Marketing de Live Nation. “Para mí todo tiene una banda sonora. La música me da otra visión”. 

La frustración del no triunfo y el valor de la reinvención

En cambio, para Álvaro Longoria, además de en la música, la inspiración también puede encontrarse en los viajes, los museos, la literatura, pero por encima de todo, en el trabajo que ya han realizado otros previamente. Y es que el productor cinematográfico considera que hay muchas cosas que ya se han creado y que, por tanto, la creatividad reside en el ingenio a la hora de combinar elementos. “Para mí la creatividad es como una fórmula, como si fuésemos alquimistas. Los elementos están ahí, la cuestión es combinarnos de una forma diferente”, afirmó. 

Además, el productor reflexionó acerca del rechazo como un camino para la mejora constante, la evolución y la optimización de la creatividad. Compartió su experiencia con el pitch de la película “Campeones” y cómo cada negativa le sirvió a él y al equipo para hacer progresar la idea. “Siempre que te dicen que no, puedes aprender algo y adaptar tu producto para, no venderlo ni prostituirlo, pero sí adecuarlo al interés de la audiencia y el mercado”. 
“La frustración del no triunfo tiene que convertirse en energía para seguir trabajando”, añadió.

El trabajo llega incluso a protagonizar los sueños de Longoria quien, como si un de un episodio de 80/20: El podcast de Reason.Why se tratara, compartió con Javier Guadiana el contenido de su último sueño -sobre “Campeones 2”-. Y la participación del productor en Los Prismas de la Creatividad concluyó con un alegato a favor de la reinvención, un proceso que ha vivido en varias ocasiones a lo largo de su trayectoria profesional. Y es que, antes de poner en marcha Morena Films, Álvaro Longoria trabajaba en el sector bancario, y una vez siendo productor ha asumido en más de una ocasión las funciones de director. 

Para el productor cinematográfico lo fundamental a la hora de abordar el trabajo es pasárselo bien. “Todos tenemos una parte de niño y esa es la más valiosa. Si lo perdemos totalmente nos convertimos en seres grises sin ilusión", explicó Longoria. “El juego, pasarlo bien y asombrarte. Esa es la clave”. 

A continuación puedes ver al completo el sexto programa de Los Prismas de la Creatividad, impulsado por Manifiesto, con Joe Pérez-Orive y Álvaro Longoria como invitados: