Las marcas de combustible parecen no ser muy populares en Argentina.

De hecho, María Olarda, senadora nacional por el Bloque del Frente Progresista-Ccarl, ha lanzado una proposión de un Proyecto de Ley por la que se prohibiría a las marcas hidrocarburíficas patrocinar cualquier evento público o actividad.

Pero la prohibición no se queda ahí. Las marcas tampoco tendrán permitido aportar su granito de arena contribuyendo con donaciones de dinero o especias a instituciones educativas y de salud, tanto públicas como privadas.

Y es que parece que a las marcas petroleras se las están empezando a ver como unas “parias” en el país. Lo que hacen no debe de gustar mucho si se quieren evitar relaciones con ellas...

Aún tienen un hueco

Sin embargo, la limitación no sería total. Estas compañías todavía podrían poner sus ojos en el interior de los lugares de exposición de empresas del rubro. Así como en publicaciones comerciales y empresariales destinadas a instituciones que se muevan en el mismo mercado.

“De esta manera, pretendemos reducir la incidencia y manipulación por parte de estas empresas en las líneas de acción de las Instituciones Públicas que deben operar al margen de los intereses comerciales, y en la sociedad en general. Hay un gran consenso en la opinión pública con respecto a serios cuestionamientos existentes respecto al modo de operar de estas empresas”, ha explicado Olara.

Todo porque Argentina tiene puesto el foco en la cuestión ambiental. En este sentido, Olara también llamó la atención a la necesidad de cumplir con el artículo 41 de la Constitución Nacional. Una norma que establece que todos los habitantes deben gozar de un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano. Ambiente que además debe preservarse para las generaciones futuras...

Pero en estos casos, es inevitable entrar en conflicto. “No constituye una gran contradicción el hecho de que el Estado susidie a instituciones educativas que tienen entre sus tareas la investigación, justamente a través del financiamiento de empresas altamente contaminantes, que proponen explotaciones de alto riesgo como resultan la minería a cielo abierto y la explotación hidrocarburífera convencional y no convencional”.

En España, las petroleras tienen cancha libre para promocionar actividades como la remodelación del Bernabéu. Y es que el dinero, venga de donde venga, suele ser bien recibido. ¿Podrá la apuesta por el medio ambiente combatir esto?