La inteligencia artificial generativa está transformando ya la forma de trabajar de múltiples industrias, que están implementando esta tecnología como una vía para optimizar procesos, ahorrar tiempo y reducir costes. Sin embargo, la adopción de este tipo de herramientas también está siendo recibida con críticas en aspectos vinculados, por ejemplo, a su potencial impacto en la mano de obra humana o los derechos de autor.
Una muestra reciente de ello se encuentra en “The dog and the boy”, el cortometraje de anime creado por Netflix Japón y en el que se ha empleado inteligencia artificial para la producción de fondos. La pieza, publicada el pasado 31 de enero, ha sido creada por Netflix Anime Creators Base, el centro de Tokio que la compañía impulsó para reforzar su producción de anime con nuevas herramientas y métodos, en colaboración con Rinna, una empresa de arte generada por inteligencia artificial, y la productora audiovisual WIT Studio.
Netflix asegura que la producción ha sido un esfuerzo experimental para ayudar a la industria del anime
En un comunicado, la plataforma apunta que el cortometraje ha supuesto un proyecto llevado a cabo de forma experimental y en el que los diseñadores han estado trabajando desde enero de 2022. La tecnología de generación de imágenes se ha empleado para crear los fondos artísticos de todas las escenas del video, que cuenta con una duración de tres minutos. Así lo expresó en redes sociales al compartir la pieza, añadiendo, además, que se ha tratado de “un esfuerzo experimental para ayudar a la industria del anime, que tiene escasez de mano de obra”.
“Como estudio, Netflix se enfoca en apoyar a los creadores en la creación de obras a diario. Dado que la escasez de recursos humanos en la industria de la animación se considera un problema, esperamos que esta iniciativa contribuya a la realización de un proceso de producción de animación flexible a través del apoyo adecuado para los creadores que utilizan la última tecnología”, señaló Netflix Japón en un comunicado.
Tal y como puede verse en los créditos del corto, el diseño de los fondos se atribuye a “AI + Human”, lo que implica que un algoritmo de generación de imágenes habría sido supervisado por diseñadores humanos para generar las escenas. Asimismo, los créditos también enseñan el proceso de creación, donde la inteligencia artificial habría añadido capas de diseño a un planteamiento inicial hecho a mano.
Tanto la obra como la justificación del uso de la tecnología han sido duramente criticadas por los usuarios, especialmente por los fans del género y también por profesionales de la industria, que alegan un uso poco ético de las imágenes empleadas para entrenar los algoritmos y una devaluación del trabajo humano.
Según informa Vice, la demanda de nuevas producciones de anime se ha disparado en los últimos años, fruto de un creciente consumo de contenidos bajo demanda y de un interés en auge por la cultura asiática. Es más, atendiendo a los datos compartidos en TIFFCOM 2022, el mayor mercado de cine y televisión en Asia, la industria del anime alcanzó cifras récord de ingresos en 2021, con 18.400 millones de dólares. Aproximadamente el 48% procedían de la venta de derechos en el extranjero.
Sin embargo, la industria del anime ha estado plagada de abusos laborales y salarios bajos durante mucho tiempo. Como ejemplo, el citado medio destaca el fallecimiento de un diseñador en 2017 a causa, presuntamente, de un ataque cardíaco y un derrame cerebral inducidos por el estrés. Por su parte, The New York Times reportó en 2021 que el salario de los animadores japoneses se situaba en torno a los 200 dólares al mes.