Los productos y marcas son cada vez más parecidos porque cubren las mismas necesidades, lo que hace que cada vez haya mayor competencia. Por ese motivo las empresas tienen que hacer uso de su imaginación y buscar nuevas formas para destacar entre sus competidores y así poder atraer a los consumidores a su terreno.
Para ello, ha nacido el Marketing Olfativo. Teniendo en cuenta que el sentido del olfato es el que nos proporciona una mayor memoria de productos, personas, situaciones, lugares, puede ser muy útil usar determinados olores para crear relaciones, emociones y experiencias . De este modo se aumenta el recuerdo de la marca e influencia en el comportamiento del consumidor.
Como ejemplo tenemos la campaña de Dunkin’ Donuts lanzada recientemente en Corea del Sur donde, gracias a una combinación de Ambient Marketing, Radio y Marketing Olfativo, se creó una campaña que se oye y se huele: Dunkin' Donuts instaló unos aromizadores con aroma de café en varios autobuses. Los pulverizadores estaban programados para rociar aroma de café en los autobuses cada vez que se escuchara un anuncio de Dunkin’ Donuts por la radio.
Motorola y Sony Ericsson también han presentado patentes para incorporar a los teléfonos un gel con esencias que se liberan al calentarse. En Japón, una compañía de Telecomunicaciones está desarrollando una tecnología para controlar la emisión de olores en los dispositivos móviles. De esta forma, cuando recibas una imagen de una flor, al mismo tiempo la podrás oler.
Pero las Redes Sociales no se quedan fuera y Olly Factory (una compañía Norteamericana) lanzó este año “Olly”, un pequeño dispositivo que, al conectarse a la computadora por medio de cable USB, interactúa con Facebook y produce un aroma cada vez que recibes un comentario, mención o post en tu muro.