NFT, la abreviación empleada para “non-fungible token” (token no fungible) ha superado a “vacuna” a la hora de hacerse con el título de Palabra del Año para el Collins Dictionary. Una decisión que refleja la omnipresencia del ecosistema online y la revolución digital que atraviesa la economía, las cuales parecen haber impulsado un enfoque más positivo sobre una realidad tras un complejo periodo marcado por el impacto del coronavirus a nivel internacional.
Collins lo define como "un certificado digital único, registrado en una cadena de bloques, que se utiliza para registrar la propiedad de un activo, como una obra de arte o un objeto de colección”, según puede traducirse al español de su definición en inglés. En definitiva, se trata de un fragmento de datos virtuales que registra a quién pertenece una pieza de trabajo digital, donde el concepto “único” es importante, ya que es irremplazable por cualquier otro dato, tal como explica David Shariatmadari, autor de “Don’t Believe A Word: From Myths to Misunderstandings – How Language Really Works” en el blog oficial de la compañía editorial.
Asimismo, señala que lo que realmente ha cautivado la imaginación del público en torno a los NFTs es el uso de la tecnología para vender arte. En este sentido, destaca el caso de los derechos de una obra del artista digital surrealista Beeple, que se vendieron en Christie's en marzo de este año por 69 millones de dólares. Titulado “Todos los días: los primeros 5.000 días”, se trata de un collage que reúne todas las imágenes que el artista a creado a diario desde 2007.
“La revolución digital continúa a buen ritmo, cambiando nuestra cultura, nuestras relaciones y la forma en que hacemos negocios”, comenta el autor en el post, apuntando también otros términos que forman parte de la lista de palabras del año 2021. En este sentido, “metaverso” forma parte del ranking, sobre el que comenta que se trata de “un concepto que ha sido descrito como “un sueño para el futuro de Internet” que incluye la realidad virtual y aumentada”. “Criptomoneda” también acompaña a las ya mencionadas, y ocupa su lugar debido al desafío que están planteando a las formas tradicionales de dinero.
Palabras más allá de lo digital
A pesar de la preponderancia de los conceptos vinculados al entorno online, la pandemia y la crisis climática siguen dejando huella en la lista de Collins. “La pandemia de coronavirus todavía se cierne sobre todos nosotros, lo que significa que sus efectos en el idioma inglés también se siguen sintiendo”, ha afirmado Shariatmadari. “Pero mientras que el año pasado nos vimos familiarizarnos con los nombres de la enfermedad en sí y encontrar etiquetas para las medidas que los gobiernos se vieron obligados a tomar para detener su propagación, ahora hemos entrado en una nueva fase”.
En el año de las vacunas, la compañía editorial destaca “double-vaxxed” (doblemente vacunado, por su traducción al castellano), en alusión a aquellos que han recibido una doble dosis de la solución. En este mismo terreno se encuentra “pingdemic”, una palabra acuñada por los británicos para referirse a la ausencia de trabajadores que se han visto obligados a aislarse tras ser avisados por la aplicación después de un posible contacto con una persona contagiada. El término hace referencia al sonido de la advertencia, “ping”.
Atendiendo a la esfera social, desde Collins también indican la consolidación de “trabajo híbrido”, un término cada vez más común “a medida que las personas han comenzado a regresar a las oficinas, pero solo durante parte de la semana: un patrón cada vez más común que muchos expertos creen que llegó para quedarse”. Asimismo, a la luz de la emergencia climática global, incluyen “ansiedad climática” para referirse a la creciente preocupación sobre el futuro del bienestar medioambiental.
En los últimos puestos de la lista, Collins posiciona palabras vinculadas a nuevos territorios culturales y lingüísticos. Así, “neopronombre” se hace con un hueco en el ranking en alusión a las nuevas formas de referirse a alguien sin usar su nombre o evitando marcadores tradicionales de género. Frente a los pronombres tradicionales “he” y “she” (él y ella) se está extendiendo el uso de “xe”, “ze” y “ve”. En el terreno de la moda, destaca “regencycore” en referencia al estilo inspirado en las estéticas georgianas popularizadas por la serie de Netflix “The Bridgerton”.
Por último, la compañía incluye “cheugy” en el ranking, calificándola como una “palabra deliciosamente expresiva que se usa para lanzar calumnias sobre algo que ahora se considera torpe, desactualizado y vergonzoso, que a menudo es algo de la década de 2000”.
“No seas cheugy y digas "uncool" - ¡usa cheugy en su lugar!”, comenta Shariatmadari.