Prohibición de ‘greenwashing’ o un pasaporte digital de producto, entre las propuestas europeas para el diseño sostenible y la circularidad

  • La Comisión Europea ha presentado un conjunto de propuestas enfocadas a impulsar la transición ecológica
  • Ampliar los derechos de los consumidores y conseguir productos más duraderos y reutilizables son los objetivos
Propuestas de la Comisión Europea para el diseño sostenible

Hacer de los productos más sostenibles, fomentar los modelos de negocio circulares y capacitar a los consumidores de cara a la transición ecológica. Esos son los principales objetivos del nuevo paquete de propuestas presentado ayer por la Comisión Europea como parte del Pacto Verde Europeo, el gran conjunto de iniciativas comunitarias enfocadas a alcanzar la neutralidad en 2050. 

Se busca una economía menos dependiente de la energía, y más respetuosa y resiliente

La intención del organismo es plantear unas reglas y ofrecer unas herramientas que permitan avanzar hacia una economía verdaderamente circular en la Unión Europea, consiguiendo una economía liberada de la dependencia de la energía y los recursos, más resiliente ante perturbaciones externas y respetuosa con la naturaleza y la salud de las personas. Las propuestas están orientadas, principalmente, a conseguir que los bienes físicos comercializados sean más respetuosos con el medio ambiente, a los textiles sean más duraderos y reutilizables, a hacer más sostenibles los productos de construcción y a capacitar a los consumidores sobre estas materias. 

Desde la Comisión señalan que ha llegado el momento de poner fin al modelo “usar y tirar” que tan perjudicial ha resultado para el planeta, nuestra salud y nuestra economía. Frans Timmermans, Vicepresidente Ejecutivo Responsable del Pacto Verde Europeo, asegura que el paquete de propuestas “facilitarán a los consumidores ahorrar energía, reparar y no sustituir los productos rotos, y tomar decisiones medioambientales inteligentes cuando compren otros nuevos”. Y añade: “así es como recuperaremos el equilibrio en nuestra relación con la naturaleza y reduciremos nuestra vulnerabilidad a las perturbaciones de las cadenas de suministro mundiales”. 

Productos sostenibles como norma

El primer conjunto de propuestas se concentran en ampliar el Reglamento sobre el diseño ecológico de los productos sostenibles. El objetivo es aplicarlo a una gama más amplia posible de productos y utilizar el "enfoque de diseño ecológico" para establecer requisitos a nivel de producto que no solo promuevan la eficiencia energética sino también la circularidad y la reducción general de los impactos ambientales y climáticos.

La finalidad es conseguir productos más fáciles de refrabricar y reciclar

Además, establece nuevos requisitos para hacer que los productos sean más duraderos, fiables, reutilizables, actualizables, reparables, más fáciles de mantener, renovar y reciclar, y eficientes en el uso de la energía y los recursos. Dichos requisitos se establecerán en la legislación específica del producto, y podrían abordar las sustancias que inhiben la circularidad o la cantidad de contenido reciclado que contienen los productos, así como formas de hacerlos más fáciles de refabricar y reciclar. 

Propone, también, nuevos requisitos de información de los productos para garantizar que los consumidores conozcan el impacto medioambiental de sus compras. En este sentido se propone que todos los productos regulados tengan pasaportes digitales, que servirá como inventario de todos los materiales, componente y materias primas utilizadas en su desarrollo. Con esto se busca facilitar su reparación o reciclado y el seguimiento de las sustancias preocupantes en toda la cadena de suministro. La información del producto podrá adoptar la forma de "clases de rendimiento", por ejemplo, de "A a G", para facilitar la comparación entre productos, posiblemente mostrada en forma de etiqueta.

Además, la propuesta permitirá establecer criterios obligatorios de contratación pública verde. En este sentido, se buscará evitar la destrucción de bienes de consumo no vendidos mediante medidas de transparencia para quienes opten por deshechar esos bienes no vendido o contempla la posibilidad de prohibir su destrucción para grupos de productos relevantes.

Solo unos pocos sectores, como alimentos, piensos y productos medicinales, quedarán exentos. No obstante, con la intención de establecer prioridades y garantizar transparencia se lanzará una consulta pública sobre las categorías de productos que entrarán en el ámbito de aplicación de las nuevas medidas. Textiles, muebles, colchones, neumáticos, detergentes, pinturas, lubricantes, así como productos intermedios como hierro, acero y aluminio, son candidatos adecuados para el primer plan de trabajo 2022-2024. 

Asimismo, la Comisión explica que para tener en cuenta las características individuales y las especificidades de los productos, las normas se establecerán producto por producto. Sin embargo, cuando existan elementos comunes suficientes entre ciertos productos (como aparatos electrónicos o textiles), se pueden establecer reglas que cubran grupos de productos a la vez. Una vez establecidas, las normas se aplicarán por igual a todos los productos comercializados en la Unión Europea, independientemente de su origen: producidos en la UE o importados.

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Textiles sostenibles y circulares

Como parte del mencionado plan de trabajo sobre diseño ecológico y etiquetado energético, se han presentado propuestas sectoriales específicas. Una de ellas es Estrategia de la Unión Europea sobre los Productos Textiles Sostenibles y Circulares, con la que se pretende que, de aquí a 2030, los productos textiles comercializados en la UE sean de larga duración y reciclables y estén fabricados en la medida de lo posible con fibras recicladas, sin sustancias peligrosas y producidos respetando los derechos sociales y el medio ambiente.

Las principales medidas se alinean con lo mencionado anteriormente, de tal forma que se establecerán unos mínimos obligatorios para la inclusión de fibras recicladas en textiles o se prohibiría la destrucción de productos no vendidos o devueltos. Según lo propuesto, los productos textiles también deberán contar con un pasaporte digital con información sobre circularidad y otros aspectos ambientales. 

A nivel específico, se plantean acciones para abordar la liberación no intencional de microplásticos de los textiles, centradas en los procesos de fabricación, prelavado en plantas industriales, etiquetado y promoción de materiales innovadores. En esta línea, se planteará una armonización de las normas comunitarias sobre la responsabilidad de los productores de textiles, así como incentivos económicos para hacer que los productos sean más sostenibles. Se apoyarán la investigación, innovación e inversiones en transición verde y se pretenden abordar los desafíos relacionados con la detención de la exportación de residuos textiles. 

A este respecto, la propuesta de la Comisión sobre envíos de residuos solo permitirá la exportación de residuos textiles a países no pertenecientes a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) bajo ciertas condiciones. Los países deben notificar a la Comisión que desean importar estos residuos y demostrar su capacidad para gestionarlos de forma sostenible. Se establecerán criterios específicos para distinguir adecuadamente aquellos flujos de residuos etiquetados falsamente como bienes de segunda mano. 

Sostenibilidad en los productos de construcción

Como parte del conjunto de medidas, se plantea la revisión del Reglamento sobre los productos de construcción, con la intención de reforzar y modernizar las normas vigentes desde 2011. En términos generales, dicha revisión busca  una normativa armonizada sobre la evaluación y notificación del rendimiento medioambiental y climático de los productos de construcción. 

Se busca que los productos de construcción sean más duraderos y reciclables

Según apuntan desde la Comisión, se introducirán nuevos requisitos en este tipo de productos para garantizar que el diseño y la fabricación de los productos de construcción se basen en las técnicas más avanzadas para que sean más duraderos, reparables, reciclables y más fáciles de volver a fabricar. Asimismo, se buscará la creación de un mercado único mediante la eliminación de obstáculos para la libre circulación en el mercado interior. También se ofrecerá soluciones digitales para reducir las cargas administrativas, especialmente para las pymes, incluida una base de datos de productos de construcción y un pasaporte digital de productos.

Capacitación sobre transición ecológica

Asimismo, como parte del nuevo conjunto de propuestas, la Comisión ha planteado actualizar las normas vinculadas a los consumidores a fin de que puedan tomar decisiones informadas y respetuosas con el medio ambiente al comprar sus productos. Así, se refuerzan sus derechos o a saber cuánto tiempo está diseñado para durar un producto y cómo se puede reparar, si es que se puede reparar. También se fortalecerá la protección del consumidor contra afirmaciones ambientales falsas o poco confiables, prohibiendo el greenwashing y las prácticas que engañan a los consumidores sobre la durabilidad de un producto.

En este sentido, se ha propuesto modificar la Directiva sobre derechos de los consumidores para obligar a los productores y vendedores a proporcionar a los consumidores información sobre la durabilidad y reparabilidad de los productos. La presentación de dicha información podrá ser decidida por los fabricantes o comerciantes, ya sea en el paquete o la descripción de producto en sitio web. en todo caso, tendrá que facilitarse de forma clara, comprensible y antes de la compra. 

La Comisión también ha planteado varias modificaciones de la Directiva sobre prácticas comerciales desleales (DPCU). En primer lugar, se amplía la lista de características del producto sobre las que un comerciante no puede inducir a error a los consumidores para cubrir el impacto ambiental o social, así como la durabilidad y reparabilidad. También agrega nuevas prácticas que se consideran engañosas como hacer una declaración relacionada con el desempeño ambiental futuro sin metas claras, objetivas y verificables, y sin un sistema de monitorización independiente.

Asimismo, se añaden nuevas prácticas a la lista existente de prácticas comerciales desleales prohibidas

  • No informar sobre características introducidas para limitar la durabilidad
  • Hacer afirmaciones vagas y genéricas donde no se puede demostrar el desempeño ambiental del producto o comerciante. “Respetuoso con el medio ambiente”, “Eco” o “Verde”, son ejemplos de ello
  • Hacer una afirmación ambiental sobre todo el producto, cuando en realidad se trata solo de un determinado aspecto del producto
  • Mostrar una etiqueta de sostenibilidad voluntaria que no esté basada en un esquema de verificación de terceros ni establecida por las autoridades públicas
  • No informar que un bien tiene una funcionalidad limitada al utilizar consumibles, repuestos o accesorios no provistos por el productor original

Desde la Comisión señalan que estas nuevas propuestas relacionadas con la economía circular abrirán una era en la que los productos se diseñarán de manera que aporten beneficios a todos, respeten las limitaciones del planeta y protejan el medio ambiente. “Dar una vida útil más larga a los teléfonos que utilizamos, a la ropa que llevamos y a muchos otros productos ahorrará dinero a los consumidores europeos”; ha apuntado Virginijus Sinkevičius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca. “Al final de su vida útil, los productos no serán una fuente de contaminación, sino de nuevos materiales para la economía, lo que reducirá la dependencia de las empresas europeas de las importaciones”.