Desde que éramos muy pequeñas, mis hermanas y yo hemos tenido la suerte de aprender muchas cosas de nuestros padres y abuelos. Ellos fundaron TOUS y nos transmitieron la pasión por la tradición del oficio joyero, ellos nos enseñaron la necesidad ser audaces, la visión empresarial, pero sobre todas las cosas, ellos nos han enseñado a ser siempre honestos. En la vida, en los negocios. Honestos con nuestros principios, con nuestros clientes, con nuestros empleados, con nuestros amigos. Solo con honestidad llegaremos lejos, decían.

Es por esta razón que cuando, hace apenas unas semanas, tuvimos constancia de que TOUS había sido denunciada por estafa, no tuvimos la más mínima duda de que tendríamos a la ley de nuestra parte, ya que jamás hemos hecho ni haremos nada que pueda poner en riesgo nuestro compromiso con la excelencia y siempre hemos actuado con el savoir faire que nuestra familia nos inculcó.

No entraré demasiado en detalles. A modo de resumen, se ponía en duda la legalidad del uso de la técnica del electroforming, una tecnología avalada por todos los órganos técnicos de la Administración Pública que permite elaborar joyas de diversas formas y tamaños, a la vez ligeras, sin apenas soldaduras y de gran calidad en sus acabados, siempre con materiales preciosos, oro y plata de primera ley. En los que, por razones de consistencia en el caso de las joyas en plata, se deja en su interior la base de metracrilato. Ese fue el tema en cuestión.  

Venimos empleando esta tecnología, que no es sino una evolución técnica de la tradición joyera, desde hace más de 25 años, siendo siempre fieles al trabajo bien hecho. Implementamos esta tecnología desde nuestro centro productivo de Sabadell, el mayor en joyería de toda España. Con una inversión de 5 millones de euros y 3.700 metros cuadrados, actualmente emplea a 85 profesionales e incorpora los últimos avances de cumplimiento medioambiental y recuperación de residuos. La fábrica se encuentra cerca del centro de I+D+I de TOUS, lo cual permite estar continuamente invirtiendo en nuevas tecnologías.

Una campaña de desprestigio

Estábamos tranquilos, habíamos hecho las cosas bien, y nos sentíamos orgullosos de ser pioneros en el uso de esta técnica novedosa que siempre habíamos transparentado. Y como no podía ser de otra manera, en menos de una semana el juez instructor del caso archivó la causa sin necesidad de llevar a cabo ninguna otra diligencia. La realidad de nuestros argumentos fue incontestable a todos los niveles.

Por eso creemos haber sido víctimas de una campaña de desprestigio que ha pretendido poner en duda nuestra reputación, esa que hemos labrado a base de esfuerzo y sacrificio a lo largo de muchos años en los que han estado presentes tres generaciones de nuestra familia, justo en proceso de incorporación de la cuarta.

Puedo asegurar que lo que más daño nos ha hecho ha sido que intenten hacer dudar a nuestros clientes, que durante tanto tiempo nos han demostrado su confianza y por los que cada día nos esforzamos en ser mejores. Han sido innumerables las muestras de apoyo que hemos recibido: familiares, amigos, clientes, asociaciones, gremios, conocidos y desconocidos que nos han brindado su sustento y que ponían de manifiesto su enojo, que también es el nuestro.

Y no es por otro motivo que por la facilidad con la que se pone en entredicho la excelencia de empresas e instituciones españolas -esta vez nos ha tocado a nosotros, pero no seremos los únicos en sufrir este tipo de acusaciones- que día a día trabajan y se esfuerzan por su futuro, por el de sus empleados, que apuestan por la calidad y la innovación, y que aportan su granito de arena a que la marca España sea sinónimo de honor y prestigio.

Y por eso creímos que debíamos responder, en un ejercicio de responsabilidad, a todas estas falsas acusaciones de la mejor manera que sabemos: fieles a nuestros principios. Con la campaña ‘Unbreakable’ reivindicamos la trayectoria, la pasión por la artesanía y la excelencia de nuestra firma, que ya es centenaria y que actualmente tiene presencia en más de 50 países gracias a un equipo formado por más de 4.000 personas que comparten nuestra visión y valores.

Nuestro icono, el osito de TOUS se muestra partido por la mitad como una metáfora que ejemplifica que, por muchas situaciones adversas que puedan acontecer, nuestro compromiso se mantiene fiel a las necesidades de sus clientes e irrompible. Porque jamás romperemos con nuestros orígenes, nuestras creencias y nuestra manera de trabajar, las mismas que nos permitieron, hace varias décadas, plantear un nuevo lenguaje joyero a la sociedad al concebir piezas de joyería con diseños sofisticados pero accesibles y adaptadas al estilo de vida de nuestros clientes y clientas.

El manifiesto de la campaña no deja lugar a dudas: “Han pasado cien años y como el primer día sabemos lo que somos, sabemos en lo que creemos, y sabemos cómo hacemos las cosas. Y no vamos a romper con ello.”

Y no se trata tan solo de un manifiesto, es una creencia compartida por toda mi familia. La que lleva mi sangre, por supuesto, pero también la que nos acompaña cada día en el desarrollo de TOUS. Os puedo asegurar que somos una gran familia con unos valores capaces de superar las dificultades que surjan en el camino para seguir realizando piezas de joyería desde el amor por este maravilloso oficio y por los clientes.

Cómo os decía al principio, nuestra familia nos ha enseñado a ser honestos, y ¡qué gran suerte hemos tenido! Gracias a esta honestidad, esfuerzo y savoir faire este año celebramos nuestro centenario. Y no hay cosa que nos haga más ilusión que compartirlo con nuestros equipos, nuestros clientes, amigos, familiares, y todas las instituciones empresariales y del sector que nos han mostrado su apoyo con valentía, y quienes merecen toda nuestra admiración y gratitud.